tag:blogger.com,1999:blog-65964991577312904642024-03-14T03:29:57.286-07:00'Y de repente, apareciste.'Mi historia, mis normas.Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.comBlogger12125tag:blogger.com,1999:blog-6596499157731290464.post-1445036129222207082016-02-11T15:23:00.006-08:002016-02-11T15:23:58.487-08:00Capítulo 10.<i>—¿Está viva?</i><br />
<i>—¿Cómo no va a estar viva, idiota?</i><br />
<i>—Scott le ha dado muy fuerte.</i><br />
<i>—Sois unos exagerados.</i><br />
<i>—Pues yo creo que sí que ha muerto.</i><br />
<i>—Callaos ya, gilipollas. Está despertando...</i><br />
<br />
Abrí los ojos a duras penas, escuchando palabras a lo lejos que se me hacían difíciles de entender. Estaba tumbada en el suelo, y las luces de la sala de entrenamiento me golpeaban directamente en la cara.<br />
Empecé a distinguir sombras, y poco después ya podía separar las voces y ordenar las palabras que llegaban a mis oídos. Y cuando al fin conseguí abrir los ojos del todo no me sorprendió encontrarme con las caras de cuatro personas justo encima de mí, a una distancia impresionantemente incómoda.<br />
—Os lo he dicho, no estaba muerta —sentenció María, poniéndose de pie y cruzándose de brazos.<br />
—Pero por poco —añadió Finn.<br />
—Lo que pasa es que sois todos unos débiles. Un pequeño golpe en la nuca y ya estáis montando el teatro.<br />
—Perdonad, pero sigo aquí —interrumpí—. ¿Me ayudáis a levantarme? Un poco de compasión, coño.<br />
Dicho y hecho. Muy listos no, pero al menos serviciales sí son.<br />
—¿Recuerdas lo que ha pasado?<br />
—Creo que... Vine a entrenar, y me encontré con Scott, que estaba con los sacos de boxeo —lo miré, y me miraba, pero tenía una expresión que no conseguía descifrar—. Estuvimos entrenando un poco de lucha cuerpo a cuerpo, y lo último que recuerdo es ver cómo alzaba la pierna. Y ahora estoy aquí contándoos esto.<br />
—Tío, eres un bruto. ¿Aún no eres consciente de la fuerza que tienes? —regañó Aroa a Scott, quien rodó los ojos—. Te dio un golpe con el talón en la nuca. Un poco más fuerte y esto se habría quedado en algo más que un susto.<br />
—Bueno... No importa. No ha pasado, así que ya está —dije—, podemos olvidarnos del asunto.<br />
—Si tu lo dices... —Finn miró de reojo al castaño que había sido mi agresor—. Te he hecho un pequeño chequeo y parece que no tienes contusiones en el cerebro ni nada roto. Creo que estás bien, aun así, no nos hemos atrevido a moverte. Pero deberías descansar.<br />
—¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?<br />
—Una hora y media, calculo.<br />
—Suficiente descanso. Voy a seguir entrenando.<br />
—Pero... —Mi mirada le hizo callarse—. Bueno, de acuerdo, pero lleva cuidado. Y tú —señaló a Scott—, también.<br />
<br />
Entre vosotros y yo, últimamente no he estado muy bien. Todo el cambio que ha sufrido mi vida me ha afectado más de lo que me gustaría admitir.<br />
Llevamos ya en el almacén unos diez días, en los que han habido un par de ataques a los que han tenido que asistir Scott, Andrea y Aroa como agentes de La Por, y en los que María, Finn y yo hemos comenzado a entrenar. Y no solo nosotros.<br />
Esto es una locura. En el almacén del PPV hay por lo menos 40 internos comenzando a entrenar para desarrollar sus habilidades para aprovecharlo en nuestro beneficio. Y en lo que llevamos viviendo aquí he conocido a personas que lo llevan bien, otros que lo llevan regular, otros que lo llevan mal y otros que visitan al psicólogo cada día. No sé yo si también me lo debería empezar a plantear.<br />
El caso es que vengo a la sala de entrenamientos cada día, porque necesito desahogarme. Es el único sitio del almacén en el que me encuentro prácticamente bien, podríamos decir. Y lo mejor es el rinconcito que hay para boxeo. Está en una habitación al fondo de la gran sala de entrenamientos, con paredes grises acolchadas, suelo acolchado de igual manera, puertas grandes de cristal blindado y cinco sacos que son gloria bendita para los que venimos a desfogarnos.<br />
Además, estoy pasando más tiempo con los chicos —y con los chicos me refiero a los que ya conocía y a los demás internos—, y sobre todo con Scott. Al parecer se sabe a la perfección cuándo vengo a entrenar, y cuando estoy aquí, al poco tiempo aparece él. No me quejo, claro. Estoy mejorando mucho con mis habilidades gracias a él, y parece que nuestra relación se ha fortalecido.<br />
No sé cómo decirlo, pero lo noto distinto conmigo. Distinto para bien. Y, debo reconocer, lo que sentía cada vez que lo tenía cerca se ha incrementado. He intentado evitarlo, pero me es completamente imposible. Y eso hace que me ponga aún más nerviosa.<br />
<br />
Poco después de intentar volver al entrenamiento y nada más entrar en la sala de tiro, me mareé, así que decidí que no podía seguir entrenando. Muy a mi pesar, Finn tenía razón.<br />
—¿Qué pasa? ¿Al final te das por vencida? ¿Me tienes miedo? — me preguntó Scott con un tono sarcástico apoyado en el marco de la puerta, cuando yo acababa de salir.<br />
—Muy gracioso, Parnell. Verás, resulta que casi me dejas un poquito en coma, y estoy mareada. Así que me voy a mi habitación, y cuando me encuentre mejor, te daré la paliza de tu vida. Saludos —dije, haciendo el amago de irme, cuando una mano me agarró por el hombro.<br />
—Oye, ¿pero estás muy mal? —me preguntó, bajando el tono de voz—. Que... que no quería darte así, fue sin querer. La adrenalina...<br />
Me quedé atónita. ¿Scott sintiendo remordimientos? ¿Y de verdad? Já.<br />
—No pasa nada, Scott... No te preocupes. Sólo necesito reposo.<br />
Para mi sorpresa, pasó su brazo por encima de mis hombros y comenzó a andar.<br />
—Te acompaño a tu habitación, entonces.<br />
<br />
<br />
Entramos a la "casa" que me correspondía. Estaba en silencio y las luces tenían un brillo tenue. Las lámparas que había funcionaban por energía solar y, aunque ésta energía se almacene, al final del día apenas queda luz potente.<br />
Ya me había empezado a acostumbrar a aquel pequeño apartamento de apenas cuarenta metros cuadrados, y he de decir que no es tan incómodo como al principio creía que iba a ser.<br />
María no estaba en ese momento. Desde que llegamos, ella misma había decidido que ayudaría a Finn y a otra enfermera que tenían en el PPV en la enfermería, aparte de entrenarse para cuando llegase el momento.<br />
En esos días me había dado cuenta de que tanto Scott, como Andrea y Aroa observaban mucho a María, en todo lo que hacía. Tenían los ojos puestos en ella constantemente: en la sala de entrenamientos, en la enfermería, cuando se iba a la sala común a pasar el rato y a escribir...<br />
Realmente no sabía por qué lo hacían, o también podría estar delirando. Muchos cambios en poco tiempo hace que no tengas nada claro.<br />
—Gracias por acompañarme.<br />
—No es nada. Además, si te hubieses caído de camino y hubieses estado sola, quizá habrías manchado el suelo de sangre por el golpe. Y esas manchas son las más difíciles de quitar —contestó, con intención de parecer gracioso.<br />
—Venga, vale, fuera.<br />
—Pero no te pongas así, solo era broma —me dijo entre risas. Por si nadie se había dado cuenta, le divierte molestarme.<br />
Me giré cara a él. La puerta estaba abierta a su espalda. Y yo lo tenía a él delante, impidiéndome gran parte de la visión hacia el exterior de la casa. Posé mis manos en su pecho, intentando empujarlo hacia fuera.<br />
Estaba claro que era un hombre que pocas cosas tenía que envidiarle a los demás: espalda ancha, musculada, hombros fuertes y rígidos, de proporciones perfectas, mirada que podría derretir el más duro de los diamantes y sonrisa que, no importa el momento, siempre hace despertar en mí ese calor que inunda mi pecho. Y yo ahora mantenía mis manos en el suyo. La misión que había pretendido llevar acabo segundos atrás había sido abortada. Las pocas fuerzas que podría haber tenido para echarlo se desvanecieron, y todo se había vuelto blanco, y ahora sólo existía él, frente a mí. Mis manos ya no hacían presión ninguna, y ahora se dedicaban a sentir, quietas.<br />
Y las suyas de repente se encontraban en mi cintura, y me habían pegado a él. No me preguntéis cómo. El tiempo había dejado de existir.<br />
Y me besó.<br />
No, no lo vi acercarse, ni el movimiento de su cara al acercarse a cámara lenta como suelen contar, ni su respiración cerca de la mía un segundo antes del impacto, ni ninguna caricia precedente con sus labios. Simplemente el beso. Tan dulce, tan delicado, tan bonito y tan sencillo. Algo que sólo él podría conseguir. Y yo sentía todos y cada uno de sus dedos, acariciándome, bajando desde la cintura. Poniéndome la piel de gallina.<br />
Tan simple y, a la vez, tan complejo.Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6596499157731290464.post-27905915352422208412015-02-25T10:28:00.000-08:002015-02-25T12:22:24.254-08:00Capítulo 9.La habitación a la que entramos era un poco más grande que la que usaban de enfermería. Paredes de un color gris básico; una mesa, llamémosla así, de despacho de ejecutivo colocada justo delante de una silla del mismo estilo; una pantalla digital enorme detrás del sillón; un sofá de cuero marrón por aquí, otro igual por allí; estanterías repletas de libros ocupando una pared completa...<br />
Y Andrea sentada en la mesa sujetándose una bolsa de hielo contra su cara. Me miraba seria. Ni rencor ni nada, solo seria.<br />
Scott nos dijo que nos pusiéramos cómodos y se sentó en el sillón. Comentó un par de cosas con Baró que sí oí pero que no logré comprender. Después de hablar se sentaron los dos a revisar unos papeles.<br />
Finn y yo intercambiamos miradas confusas.<br />
—Perdonad —fue él quien decidió romper el silencio—. No me malinterpretéis, estos sillones son muy cómodos y me encanta estar aquí, pero, llamadlo intuición, llamadlo que nos lo habéis dicho antes, ¿no nos teníais que... comentar algo?<br />
Scott y Andrea se miraron, para después dirigir su vista hacia nosotros. La que habló fue ella.<br />
—Estamos esperando a dos personas más.<br />
Como si estuviese todo ensayado aparecieron por la puerta dos chicas. La más alta, de pelo castaño claro casi rubio; y la otra más morena y de pelo oscuro...<br />
<i>«No puede ser...»</i>, pensé al verlas. Bufé y me dejé caer en el sofá, tapándome los ojos con una mano como si no ver nada fuese a solucionar algo. Necesitaba relajarme, volver a mi casa y tumbarme en la cama a beber chocolate caliente y ver un maratón de <i>Cómo conocí a vuestra madre </i>hasta aborrecerla.<br />
Pensándolo bien, en realidad no puede estar pasando. Esto ocurre en las películas que suelo ver con mi familia, en las que el o la protagonista es secuestrada por unos asesinos pervertidos que se la llevan a una zona apartada del mundo, donde le hacen de todo para después matarla.<br />
Estoy delirando.<br />
<i>«Bien, Nerea, piensa... Esto no es cierto. Lo más seguro es que te despiertes dentro de poco y te encuentres a tu madre haciendo churros con chocolate en la cocina, a tu hermano viendo la tele y a tu padre trabajando en su ordenador, como todas las mañanas de domingo. No durará mucho. Solo hay que esperar...»</i>, me dije.<br />
Aparté la mano de mi cara y miré a las chicas que acaban de entrar. La primera estaba hablando con Andrea en una esquina de la habitación, manteniendo una conversación de la que, al parecer, solo pueden enterarse ellas. La más bajita abrazó a Finn, y lloró en su hombro. Miré la mesa y encontré a Scott sentado en ella con una única pierna tocando el suelo, mirándome con una media sonrisa y ojos evaluadores. Como el cazador que estudia a su presa antes de clavarle la flecha entre ceja y ceja. Pero esta vez no pienso demostrar ni el más mínimo atisbo de desconfianza.<br />
Me levanté para abrazar a María, que acababa de dejar de llorarle a Finn y parecía más tranquila.<br />
—¿Qué haces aquí? ¿Qué hago yo aquí? ¿Por qué estamos aquí? ¿Dónde es aquí; qué es este sitio?<br />
—No lo sé, pero cálmate. No creo que estemos mucho tiempo aquí.<br />
—Ojalá tengas razón...<br />
Me giré hacia Aroa, que acaba de terminar de hablar con Andrea. Iba vestida entera de negro con un traje parecido al de Andrea, pero sin el lazo en la coleta que se ha hecho.<br />
—Perdona que no te hayamos dicho nada, Nerea, pero era necesario. Acabarás comprendiéndolo.<br />
—Lo comprendo.<br />
Me miró raro. Normal, no se espera tanta tranquilidad en una persona que ha sido secuestrada.<br />
Marchó hacia la mesa con Scott y Baró. Finn, María y yo nos sentamos en el sofá en el que habíamos estado minutos antes dos de nosotros.<br />
Nos explicaron que la banda a la que pertenecen Scott y Andrea se hace llamar «La Por» y que se trata de un grupo de personas enorme repartidas por todo el mundo. El objetivo principal de este grupo es formar una unión de todos los países de Europa que esté bajo su mandato y que, para ello, el Jefe manda conseguir personas capaces de llevar a cabo su plan. Personas con alteraciones en su desarrollo genético, algo fuera de lo común. Personas con ciertas capacidades desarrolladas.<br />
Nos dijeron también que Scott y Andrea fundaron una especie de «resistencia», en la que internan a las personas que logran rescatar en las misiones en las que se supone que deben secuestrarlos. A esto le llaman PPV: Programa de Protección de Víctimas (<i>nadie dijo nunca que los nombres tuviesen que ser ingeniosos</i>).<br />
«De hecho, ahora mismo estáis en el almacén subterráneo donde tenemos a los internos. Bienvenidos a corazón de la PPV», nos dijo Andrea con una gran sonrisa en la cara.<br />
Después nos contaron el porqué de que ellos estén ahí. Queda claro que pocas personas están en La Por porque sí, sino porque han sido raptados, entrenados y criados dentro de la banda para participar en ella; o bien por otros motivos. En el caso de Andrea y Scott, se vieron obligados. Al parecer, los dos son hermanos y su madre estaba metida en La Por. Tras un par de operaciones fallidas por culpa de su madre (que por aquel entonces aún estaba recuperándose de una operación de espalda bastante fuerte), el Jefe decidió que ya no podría continuar siendo útil a La Por, así que en vez de dejarla libre y arriesgarse a que la mujer contase algo respecto a ellos a alguien, la mandó matar. En realidad, dio dos opciones: o la mataba, o bien la dejaba vivir pero se llevaba a sus dos hijos como seguro de que no diría nada de la existencia de la banda a nadie. Si lo hacía, los mataría a los dos.<br />
—Perdonad que interrumpa, pero si sois hermanos... ¿por qué tenéis distinto apellido?<br />
—Distinto padre, misma madre —respondió Andrea a María. Pregunta muy poco lógica.<br />
—Ah.<br />
—Y —habló Finn— si estáis en La Por significa que también tenéis algunas «habilidades», ¿o no es necesario?<br />
—Sí, sí que tenemos —respondió Scott. Tardó un rato en seguir hablando—. Velocidad, reflejos, fuerza... Tenemos esas habilidades muy desarrolladas.<br />
—Además tenemos unos niveles de adrenalina muy por encima de los del resto de la gente.<br />
—Entonces... —dijo María después de un largo silencio— ¿sois como los vampiros de Crepúsculo?<br />
Haciendo caso omiso de la pregunta, conectaron la gran pantalla que estaba en la pared de detrás del escritorio y aparecieron muchas, muchísimas fotos de Finn tomadas desde distintas «cámaras espía» (personas de La Por encargadas de seguir a los objetivos para hacerles fotos y averiguar cualquier cosa de importancia sobre ellos): Finn leyendo en uno de los bancos de un jardín; Finn comiendo una hamburguesa en un McDonald's con amigos; Finn levantando pesas en el gimnasio de al lado del instituto; Finn andando con muletas por el hospital mientras aún se recuperaba su pierna...<br />
Lo habían estado siguiendo desde hacía meses y ni siquiera había sospechado nada.<br />
Finn tiene unas capacidades mucho más especiales que las del resto, puesto que un número muy reducido de personas las tienen. Puede adelantarse a cosas, sucesos que otros no preveríamos, como los movimientos de la gente; algo así como tener intuiciones mucho más reales que las que solemos tener los demás. No exactamente visiones, pero por el estilo. Además puede crear planos mentalmente de prácticamente cualquier cosa en cuestión de segundos.<br />
<br />
Luego llega mi turno. Ponen mis fotos, un montón de ellas. En el instituto, en mi casa, en la fiesta en la que Keegan salió herido, en la biblioteca...<br />
Se me pone el vello de punta y un escalofrío me recorre toda la espina dorsal. Yo tampoco me había dado cuenta.<br />
«<i>Esto no es más que un sueño. No hay por qué ponerse nerviosa...»</i>, me digo, pero es que todo parece tan real.<br />
Me cuentan que la habilidad que tengo no es tan especial como la de Finn, ya que aunque no muchos la tienen, sí es más corriente que la suya. Mis sentidos están mucho más desarrollados que los del resto de personas: oigo, veo, huelo y siento cosas que nadie más podría y detecto los sabores de otra manera.<br />
Ahora que lo pienso, si es verdad que desde hace un tiempo me pasan cosas muy extrañas, como cuando oí el grito de Finn detrás de aquella casa vieja. Solo lo escuché yo, ni siquiera María, que iba a mi lado, se enteró de nada hasta que estuvimos allí.<br />
Me pasé las manos por la cara, intentando recomponerme.<br />
Apagaron la pantalla.<br />
—¿Y por qué estoy yo aquí? —preguntó María, seria.<br />
—Nerea te había contado demasiadas cosas. No podíamos arriesgarnos.<br />
Silencio para intentar digerir lo que iba a pasar de ahí en adelante. Adiós a mucha gente, y vida nueva (supuestamente).<br />
<br />
<br />
—¿De qué te ríes tanto?<br />
—Vamos, María, esto es surrealista. Todo es un mal sueño. Estoy segura de que estoy apunto de despertarme.<br />
Me miró como si hubiese dicho algo ilógico y sacudió la cabeza.<br />
—Vale, entonces avísame cuando lo hagas. Nos vemos después, cuando dejes de delirar y puedas comprender lo que de verdad está pasando.<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>El tiempo se ha parado. Está todo en silencio. El cielo despejado, y el sol parece vacilar, decidiendo si ocultarse o no detrás de aquel enjambre de casas, todas juntas y perfectamente alineadas frente a otro grupo de adosados, idénticos unos a otros.</i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Sentada en uno de esos tejados veo la puesta de sol a lo lejos.</i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Las calles están totalmente desiertas. Nadie ni nada se atreve a perturbar ese delicado suspiro del viento, lo único que llena este enorme vacío, acogedor y relajante.</i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Oigo una voz a mi lado. Me está hablando, pero no consigo entender lo que dice. ¿Habla en otro idioma? No, reconozco que es español, pero no consigo entender el significado de sus palabras.</i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Miro a mi izquierda. Es Scott. Está mirando la puesta de sol mientras habla, muy pegado a mi. Enseguida deja de pronunciar esas palabras, sin sentido para mí. Me mira y sonríe. No puedo evitar imitarle. Me he fijado muchas veces en él y sé lo guapo que es. Pero ahora, con la luz anaranjada del sol alumbrándole el rostro, y con esa sonrisa como perfecto accesorio, me doy cuenta de que hay algo en él que no había reconocido antes.</i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Lleva una de sus manos hacia mí y me acaricia la mejilla con el pulgar, y con una delicadeza que creía inexistente en él. Me doy cuenta de que me he quedado ensimismada por su caricia y vuelvo en mí.</i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Scott sonríe un poco más ante ello, y se acerca, y se acerca, y se acerca, y entonces el silencio se ve invadido por el ruidoso trinar de cientos de pájaros que se elevan desde sus escondites hasta el cielo, huyendo.</i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Scott se separa sin ni siquiera rozar mis labios y los dos juntos miramos cómo el cielo se tiñe de negros pájaros que vuelan por encima de nuestras cabezas, aterrorizados.</i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Aparece Andrea por la pequeña trampilla que conecta el desván con el tejado, por donde hemos subido. Su cara refleja seriedad y determinación, aunque también puedo detectar nerviosismo en sus ojos.</i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>«Tenemos trabajo».</i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Desperté so<span style="font-family: inherit;">bresaltada, ahogando un grito. Me quedé quieta durante segundos, intentando recuperar mi respiración normal. ¿Un sueño dentro de otro sueño? En ese momento fui consciente por primera vez desde que abrí los ojos en que no me encontraba en mi habitación. Estaba acostada sobre una cama de sábanas blancas, con otra de esas camas pegada a la pared paralela a la que yo estaba. Una habitación austera únicamente con estos dos muebles y un armario entre ellos. Me levanté y salí del cuarto para encontrarme con una pequeña cocina abierta a un lado (equipada con horno, microondas y vitrocerámica, entre otros), y al otro una habitación que supuse era el baño. Un sofá color café ocupaba una de las esquinas libres. Una vivienda con lo básico y necesario.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Entonces me acordé de que justo en la habitación de donde acababa de salir era donde le había dicho a María lo de que todo era un sueño. Entonces me parecía una idea lógica para todo lo que ocurría, pero...</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Oh, bien, ya estás despierta —dijo ella al entrar por la que debía de ser la puerta principal, entre la cocina y el baño—. ¿Cómo has dormido? Te vi bastante tranquila. Yo apenas he podido pegar ojo. Finn tampoco. Nos hemos pasado la noche dando vueltas para conocer el almacén.</span><br />
Recordé lo que había dicho Andrea sobre lo del almacén y lo del corazón de la PPV el día anterior.<br />
Caminé torpemente hacia la cocina, abrí el grifo del friegaplatos y metí la cabeza bajo el frío chorro de agua. María dejó de hablar. Saqué la cabeza nada más mi nuca hubo tocado el agua; ésta estaba tan fría como el hielo, y el contacto inmediato con ella me causó tal impresión que me dio la sensación de quedarme sin aire.<br />
Parpadeé varias veces y me froté los ojos, para después echar un nuevo vistazo a la sala, que seguía igual (excepto por el hecho de que ahora estaba empapada). Miré a María, que me observaba con una mezcla de sorpresa y diversión, casi con los ojos fuera de las órbitas y con la boca abierta, intentando no reír.<br />
—No puede ser.<br />
Me pellizqué lo más fuerte que pude el brazo izquierdo, pero seguí ahí plantada, dándome de bruces contra lo que yo creí que era un sueño. Hasta ese momento, claro.<br />
Recité varias veces la palabra «no», intentando asimilar toda la información que había estado apartando por creerla absurda y que, de repente, se materializaba ante mí igual que el muro que no ves cuando andas por la calle despistada.<br />
<br />
<br />
—Entonces ¿nos estás diciendo que creías, en serio, que todo esto era un sueño? -preguntó mi prima para después soltar una gran carcajada.<br />
—Pues sí... Es más raro que esto sea real, que yo haya creído que es un sueño... ¡Dejad de reíros de mí!<br />
—Vale, ya basta —interrumpió Scott, haciendo que el resto dejara de reír—. Hemos tenido varias personas que creían que esto no es real, así que veo una auténtica gilipollez que os riáis de ella. Ahora que ya se te ha encendido la bombilla —se volvió hacia mí— tendrás que acostumbrarte y aprender a vivir aquí. Para empezar, te hospedarás junto a María en la habitación donde te has despertado. Todas son iguales, así que supongo que os dará igual. Está en la fila del centro del almacén, pero próxima a las escaleras que suben a esta planta, la planta alta, donde tenemos el despacho (lugar donde estamos ahora mismo); la habitación de al lado, bastante más grande, que es la sala de control; la sala de armas y la enfermería.<span style="color: red;"> </span>Os quedaréis aquí el tiempo que haga falta. No sabemos cuánto, pero por vuestro bien psicológico, mejor que no preguntéis. No queremos que os volváis locos, como muchos otros. Tenemos enfermeros para tratar a las personas heridas, y otra clase de médicos para la gente a la que se le va la cabeza por no aguantar aquí metidos; están a disposición de todos, pero no abundan, así que intentad no dar razones para visitarles. Por otra parte, Andrea, algunos chicos más a los que hemos entrenado para que nos ayuden (como Aroa), y yo solemos traer nuevos internos cada semana. El número depende de los ataques que hayan por parte de La Por, ya sabéis.<br />
»Lo último que creo que deberíais saber es que el almacén está conectado a una casa donde vivimos Andrea y yo, y donde despertaste tú —esto último iba dirigido a mí—, y que nos sirve para estar más alerta de lo que pasa con La Por y poder reaccionar a tiempo. Se accede a ella a través de unos túneles subterráneos que conectan el almacén con una puerta secreta que hay en una de las habitaciones. Por seguridad no solemos dejar que los internos subáis a ella: sólo en caso de necesidad se permite el acceso.<br />
»Eso es todo. Espero que esté todo claro.<br />
Después de aquella charla y de un momento de aturdimiento y de digestión de información por parte de los que ahora nos convertíamos oficialmente en internos, Scott nos dijo que nos recomendaba que fuésemos a arreglar las que ahora serían nuestras casas para hacerlas más reconfortantes.<br />
<i>«Aunque no creo que podamos acomodarlas mucho, dado que nuestras pertenencias son nulas»,</i> pensé.<br />
María y Finn se levantaron del sillón donde estábamos sentados los tres, el mismo sillón que habíamos usado la primera vez que habíamos estado en el despacho.<br />
Yo me levanté cuando ellos ya se encaminaban hacia la puerta, cabizbajos, seguramente pensando en qué iban a hacer el resto del tiempo en el que iban a estar allí (lo más posible, mucho, mucho tiempo). Estaba claro que a Finn ya lo habían cogido como enfermero. Estaba segura porque había sido él quien me había curado a mi llegada.<br />
Mientras me encaminaba hacia la puerta, tras ellos, le daba vueltas a preguntas como: «¿tendré que pasar aquí el resto de mi vida?», «¿me volveré loca como otros de los chicos que ya vivían aquí?» o «¿estoy condenada a pudrirme aquí sin hacer nada?». Preguntas que podrían sonar un poco absurdas, ya que probablemente las respuestas estén bien claras, pero que a lo mejor...<br />
—Quiero ayudaros. Si tengo que quedarme aquí, que sea para algo útil. </div>
Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6596499157731290464.post-20133227471426538652014-12-25T15:30:00.002-08:002015-01-04T08:53:42.831-08:00Capítulo 8.Evalúo mi propio reflejo frente al espejo de mi habitación.<br />
Llevaría así como diez minutos. Mi pelo castaño completamente revuelto caía sobre mis hombros a su antojo, y los leves surcos violáceos que enmarcaban mis ojos se hacían cada vez más visibles a causa de lo mal que había dormido los últimos días.<br />
Conclusión: estaba hecha un desastre, aunque tampoco pensaba arreglarme.<br />
<br />
Bostecé, y pude detectar aquel repugnante olor que surge de las bocas de todos los humanos del mundo al despertar. Arreglarme tal vez no, pero un buen lavado de dientes no me lo quitaba nadie.<br />
Había dormido hasta tarde, y cuando desperté debía de ser la hora de la comida.<br />
Los días anteriores apenas había descansado: me acostaba tarde y me levantaba temprano por culpa de mis padres y de los trabajos de casa que me mandaban hacer como escarmiento.<br />
Di gracias a que ya era sábado, mi día libre.<br />
<br />
Me levanté a duras penas y me dirigí al baño. Una ducha de agua fría era lo que necesitaba, definitivamente. El día anterior me lo había pasado limpiando a fondo la apestosa y desordenada habitación de mi hermano, por lo que había acabado sudando a mares. Sin embargo, ni siquiera me dio tiempo a pensar en darme un baño porque en cuanto me tumbé en mi cama para descansar «5 segundos», me dormí.<br />
(Nota para mí: cambiar de sábanas lo antes posible).<br />
<br />
<br />
—¿Dónde están mamá y papá? —le pregunté a mi hermano mientras me sentaba a su lado en el sofá, no sin antes haberme abierto una lata de <i>Sprite </i>como desayuno-almuerzo.<br />
—Mamá salió esta mañana para yo-qué-sé-qué-cosa y no volverá hasta dentro de unas horas. Y papá... no tengo ni idea de dónde está papá —respondió sin apartar los ojos del televisor.<br />
—Vale. Voy a comer, ¿quieres?<br />
—No, ya lo he hecho.<br />
—De acuerdo —asentí, mientras me levantaba del sofá—. Ah, y quita los pies de encima de la mesa. Es de mala educación, y anti higiénico.<br />
—<i>Es de mala educación </i>—se burló.<br />
<br />
<br />
—Eh, unos amigos me han invitado para ir al cine. Me voy.<br />
Escuché la voz del apestoso y desordenado adolescente que tengo como hermano desde la entrada de la cocina.<br />
—¿Llevas dinero?<br />
—Sí.<br />
—¿El teléfono?<br />
—También.<br />
—¿Vas a beber?<br />
—Que sí... Espera, no.<br />
—¿Y a consumir drogas?<br />
—¡Tampoco!<br />
—Bien. No estropees tu vida de esa manera pequeño aprendiz —le miré por primera vez desde que había empezado aquella conversación.<br />
Me llevé el último tenedor de macarrones a la boca.<br />
—Muy graciosa. ¿Me prestas las llaves de casa?<br />
Dejé el plato en el lavavajillas y me dirigí el pequeño librero con cajones que hace la vez de recibidor en la entrada de casa. Saqué lo que buscaba y se las entregué a Javier.<br />
—No me las pierdas.<br />
Salió por la puerta con el monopatín y tomó camino calle abajo a bastante velocidad. Yo me quedé bajo el umbral de la puerta viendo cómo se marchaba. <i>Un día de estos se va a estrellar y yo estaré ahí para verlo. Tengo esa esperanza.</i><br />
Ya entraba de nuevo a casa cuando me volví hacia la carretera al escuchar el rugir de un motor. Frente a mí se volvía a encontrar la perfecta silueta del chico que no había hecho más que incordiarme desde que le conocí.<br />
—¿Acaso me estás cogiendo cariño, Parnell? —le pregunté en tono burlón.<br />
Él había bajado de la moto y se dirigía con paso firme hacia el porche.<br />
—Más quisieras. No, vengo a hacer el trabajo de arte. Ya sabes, ese que es por parejas y que nos puso la profesora a traición... —me aclaró. Seguramente al ver mi cara de desconcierto.<br />
—Sé cuál dices, pero pensé que no ibas a querer hacerlo. No tienes pinta de que te importe mucho el sacar buenas notas.<br />
—No me gusta estudiar, como a nadie, pero si hay que sacar buenas notas, se sacan. Cuando quiero aplicarme me aplico. Las apariencias engañan, princesa.<br />
Y apartándome de la puerta, pasó a casa. Puse los ojos en blanco y, suspirando, cerré la puerta tras de mí.<br />
<i>«Al menos esta vez ha entrado por la puerta. Vamos avanzando»</i>, pensé.<br />
<br />
Bajamos al sótano, donde mi madre guardaba todos sus trastos de arte desde aquella vez en la que le dio uno de sus lapsus y se propuso llegar a ser una gran pintora.<br />
<i>«Seré una de las mejores artistas que haya pisado este mundo. Me apuntaré a clases de pintura y cuando esté lista, presentaré mis proyectos a todos los museos del país, ¡y del mundo!. Pero no reconocerán mi talento y me convertiré en una de esas pintoras cuyas obras de arte no serán apreciadas hasta el día de mi muerte. Entonces ganaré tanto dinero que me nombrarán emperatriz del cielo, o algo así, y me compraré un chalet con piscina climatizada en la ciudad más famosa de las alturas».</i><br />
Abandonó su sueño dos semanas después.<br />
<br />
—¿Qué vamos a hacer?<br />
Estábamos sentados en unos taburetes en medio de la sala; uno frente al otro, con los atriles entre medio.<br />
—Ni idea. Tú solo dibuja algo con lo que pudieras describirme y ya está. Ya sé que puede ser difícil para ti porque eres un poco corta. Pero ya verás como te vendrá algo.<br />
—Ja-ja.<br />
Aunque me había molestado ese comentario, lo cierto es que sí necesité mi tiempo para pensar en el dibujo.<br />
Le daba vueltas a la cabeza una y otra vez mientras observaba cómo él cogía pintura únicamente negra con un pincel bastante delgado y lo llevaba hasta su lienzo. <i>Qué concentración.</i><br />
—Listo —concluyó solo cinco minutos después.<br />
Yo todavía no había movido un solo dedo.<br />
—¿Qué? Pero...<br />
—Eres muy lenta. Pero como eso ya lo sabes, no te lo voy a echar en cara. Adelante, sigue con los tuyo. Yo te espero.<br />
<br />
<br />
Media hora y ya lo tenía terminado.<br />
Había necesitado bastante tiempo en pensar qué hacer, para acabar dibujando algo totalmente simple en medio del lienzo: unas alas completamente negras -muy bien dibujadas comparadas con otros de mis trabajos de dibujo anteriores, he de añadir- con algunos detalles en blanco, marcando las plumas e intentando darle mayor realidad a la pintura.<br />
<br />
—Vaya... —dijo Scott al ver mi dibujo.<br />
—Sí: vaya —contesté yo con la misma cara de asombro al ver el suyo.<br />
Mi dibujo era exacto al suyo (quizás un poco mejor). La única diferencia es que sus alas eran blancas. Había utilizado el mismo blanco impoluto del lienzo como relleno, y había usado el negro para marcar el contorno y los detalles.<br />
En ningún momento antes de acabar mi dibujo yo había visto lo que Scott dibujó con anterioridad y, siendo objetivos, es prácticamente imposible que hubiésemos pensado lo mismo.<br />
—Y, ¿qué significan las alas negras, exactamente?<br />
—Pues... —dudé— No lo tengo claro. Podrías interpretarlo de muchas maneras, yo creo. Pero posiblemente los misterioso que eres... Y lo horrendo. Eso también.<br />
—Bueno, podré vivir con eso.<br />
—Y las halas blancas, ¿qué significan?<br />
Se quedó parado unos cuantos segundos observándonos al dibujo y a mí alternativamente, después dijo:<br />
—Eres una niña buena. Demasiado, diría yo.<br />
Se me quedó mirando otro largo rato con esos intensos ojos azules mientras yo notaba cómo comenzaba a subir el calor a mis mejillas. Estaba ardiendo.<br />
—Y horrenda. También eres horrenda.<br />
<br />
Preparé café para los dos y me senté a su lado en el amplio sofá. Cada uno en una punta.<br />
—¿Puedo hacerte un par de preguntas? —pregunté, rompiendo de repente el silencio.<br />
—Siempre que nos vemos las haces.<br />
—Siempre que las hago no me contestas adecuadamente.<br />
—<i>Touché.</i><br />
Apagué la tele y me giré hacia él.<br />
—¿Qué os pasa a ti y a tu banda esa últimamente? ¿Qué problema tenéis?<br />
—¿Perdona?<br />
—Sí, no me mires así. Me refiero a que por qué mierdas andáis, o andan, disparando a quien se encuentran por ahí y por qué parece que están donde yo estoy.<br />
—Mira, lo que pase con nosotros no es asunto tuyo. Demasiado es que sabes que yo estoy metido en este jaleo. Y sola y únicamente para que te calles, voy a concederte el dichoso placer de responderte a una pregunta. Venga, apremia.<br />
—¿Por qué estoy metida en este lío? —pregunté de una, ya un poco enfadada.<br />
—Porque esta gente quiere secuestrarte. ¿Contenta?<br />
—Já, pues no —contesté indignada—. Exijo que me expliques más cosas. No puedes decirme que estoy en medio de una tremenda mafia de película, que ha aparecido de un día para otro así como así y esperar que no te interrogue más, ¡la hostia!<br />
—Relájate.<br />
—¿Que me relaje? ¿Enserio me acabas de decir eso, Parnell?<br />
Estaba que echaba humo. Me dolía fuertemente la cabeza y necesitaba desahogarme. Todo esto parecía sacado de una telenovela o algo por el estilo.<br />
Entonces se echó hacia delante en un ágil movimiento agarrándome por los brazos y pegándome al sofá de un golpe. Con eso, él no había quedado a más de seis centímetros de mi cara, con su cuerpo cubriendo completamente al mío.<br />
—Escúchame, princesa, todo lo que te tenga que decir te lo diré cuando sea necesario, ¿vale? Así que por favor, cálmate. Por-favor.<br />
El corazón ahora me latía a saber a cuántas pulsaciones por segundo, y no conseguía controlarlo. Mi cara sería un poema, sin lugar a dudas. Y con respecto a lo de calmarme, si no hubiese sido porque tenía encima al chico que conseguía acelerarme el pulso solo con su presencia, seguro que lo hubiese conseguido.<br />
—Deberías verte ahora mismo... —susurró haciéndose hacia delante, muy cerca de mis labios—. En serio, deberías hacerlo. Estás muy graciosa.<br />
Se levantó con la misma agilidad con la que había conseguido tumbarme y se sentó de nuevo en el lugar en el que estaba sentado.<br />
<br />
La cama, una manta, un chocolate con leche caliente y mis calcetines de andar por casa peluditos de Pikachu fueron mi cita de esa noche. Me quedé hasta tarde viendo vídeos con el portátil y los auriculares mientras mis padres y mi hermano veían en el salón una película que acababan de estrenar en cines pero que mi padre había descargado por internet.<br />
Esa noche me dormí sobre las dos de la madrugada, al terminar de ver el último vídeo subido por un chico de YouTube que me gusta mucho. Pero no habría dormido más de tres cuartos de hora cuando abrí los ojos de golpe, como movida por un resorte. Tenía la sensación irracional de que alguien me estaba observando.<br />
Se me escapó un agudo grito al descubrir a una chica mirándome desde la gran ventana que daba al corto balcón de mi habitación (nueva nota para mí: electrificar el ventanal).<br />
Al segundo que gritar, ella se acercó a mi a gran velocidad, tapándome la boca.<br />
—Shhhh...<br />
No tardé demasiado en asimilar quién era y callarme.<br />
—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Por qué me abordáis de esta manera? ¡Compraos una vida, hostia!<br />
—Tienes que venir conmigo.<br />
—Ala, ¡así de golpe! Sin invitación siquiera. Qué modales —ironicé.<br />
—Nerea, va enserio. Tienes que venir conmigo. No es una opción.<br />
—Déjame dormir —me acosté de nuevo en mi cama.<br />
—No, si dormir, vas a dormir muy bien...<br />
Y entonces sentí un trapo húmedo pegado a mis fosas nasales. Después, nada.<br />
<br />
<br />
Desperté tiempo después. Supuse que serían las siete de la mañana, pues los primeros rayos de sol entraban vergonzosos por una ventana situada en el techo de la estancia.<br />
Abrí los ojos de golpe. Esa no era mi habitación. Acababa de caer.<br />
Era una sala de paredes blancas y suelo enmoquetado negro. Yo estaba acostada en una cama de matrimonio con colchas de distintos tonos marrones y almohadas blancas, y un cabezal de madera que escalaba la pared hasta el techo hasta fusionarse con la enorme estantería de madera que se elevaba justo delante de mí, pegada a la pared de enfrente. Una bonita televisión se distinguía justo en su centro.<br />
Me eché un vistazo. Seguía con mi pijama.<br />
Me levanté de la cama y andé por la habitación, observándolo todo.<br />
—¿Qué clase de sitio es este...?<br />
Me sobresalté al oír la puerta abrirse.<br />
—Vaya, veo que ya te has despertado. ¿Cómo has dormido?<br />
—...<br />
No sabía qué decir. Aún estaba un poco drogada por el cloroformo y porque me acababa de despertar. Además, lo único que quería hacer en esos momentos era descuartizar a Baró, quien me había llevado a ese sitio.<br />
—Veo que estás enfadada... No me extraña. Ya se te pasará.<br />
—¡Qué se me pasará! ¿Tú sabes que el secuestro es un delito que se pena con la cárcel?<br />
—Baja los humos, niñata. Te he salvado la vida: deberías estar agradecida.<br />
—¿Salvarme la vida? ¿De qué cojones hablas?<br />
—Ayer La Por asaltó tu casa.<br />
—¿La qué?<br />
—La Por, ese grupo al que tu llamas mafia.<br />
—Osea, donde tú estás metida. Asquerosa. ¿Y por qué mi casa? ¿Qué han hecho? ¿Y mi familia? —me había acercado mucho a la chica intentando reprimir el enfado, pero ella no mostraba el más mínimo atisbo de miedo o alteración.<br />
—¡Deberías dar las gracias porque te he salvado la vida y dejar de insultarme!<br />
Sin siquiera pensarlo mi mano se vio de repente golpeando su pómulo derecho y dejándola suficientemente marcada como para que no se vaya en un buen rato.<br />
—Oh, no has debido hacer eso...<br />
Sentí un fuerte golpe en el labio y tras eso, me encontré en el suelo con un increíble dolor de espada por culpa de la caída. Un terrible grito se me escapó de entre los labios al intentar levantarme. Miré hacia arriba y vi a Baró preparándose para asestarme de nuevo un puñetazo en la cara, pero nunca llegó, pues justo cuando yo ya estaba cerrando los ojos dispuesta a recibirlo apareció ''alguien'', cuya voz ya sabía de memoria.<br />
—¿Qué te crees que estás haciendo? ¡Déjala en paz! Te envié por ella para ayudarla, idiota, ¡no para matarla tú! Vete de aquí. ¡YA!<br />
Dicho y hecho, tras mirarme mal, Baró salió de la habitación.<br />
—¿Estás bien? —me preguntó Scott tendiéndome la mano para ayudar a levantarme.<br />
Asentí con la cabeza.<br />
Me sonrió y miró mis labios.<br />
—Lo tienes roto... Habrá que coser —me dijo a la vez que posaba su mano en mi mentón—. Ven, sígueme.<br />
<br />
Me dirigió, a través de una serie de pasillos y salas interminables a una habitación enorme en la que había un par de camillas y bastantes, aunque no abundantes, armarios con utensilios médicos y medicinas.<br />
—Te traigo a la nueva, Harries. Ya se ha metido en problemas.<br />
Espera, ¿Harries? ¿De qué me suena ese nombre?<br />
—Anda que has tardado, guapa —comentó riendo el chico que estaba de espaldas al fondo de la sala.<br />
Estaba agachado buscando algo en uno de los armarios y cuando se dio la vuelta tardé unos pocos segundos en reconocerle. ¡Ya está! ¡Es él!<br />
—¿Tú?<br />
—Yo —respondió con una gran sonrisa.<br />
—Pero... pero... —miré alternativamente a los dos chicos—. ¿Finn?<br />
—El mismo —sonrió de nuevo—. Siéntate —me dijo dando un par de golpes a una de las camillas—. Vamos a curarte eso.<br />
—Bueno, os dejo aquí. Luego nos vemos —se despidió Scott antes de desaparecer por la puerta.<br />
Finn se sentó justo delante de mí para curarme el labio. Estuvimos bastante tiempo en silencio, mientras el me limpiaba la herida.<br />
—¿Cómo te has hecho esto?<br />
—Le pegué a Baró y ella me devolvió el golpe —respondí, tímida.<br />
—Menuda bienvenida —dijo sarcástico, y volvió a reír.<br />
—Sí...<br />
Reí yo también, y después volvimos a quedarnos en silencio. Me cosió la herida. ¡Sí que pega fuerte esa tía!<br />
—Ya está. Intenta no pelearte hasta dentro de un rato. —Colocó todo los que había utilizado y volvió a sentarse enfrente de mí.<br />
—¿Qué haces aquí, sea donde sea que estemos? —le pregunté de repente.<br />
—Lo mismo que tú.<br />
—¿Y qué hago yo aquí?<br />
—¿No te lo han dicho?<br />
—Sólo que han asaltado mi casa... Pero no sé nada más. ¿Qué ha pasado con mi familia?<br />
—Por lo poco que he podido oír, ya que no cuentan nada a los internos, al parecer La Por registró tu casa y tal fue su enfado al no encontrar a nadie dentro que la quemaron.<br />
¿Que la quemaron...? El lugar donde he vivido toda mi vida, convertido en cenizas.<br />
—Joder... —susurré entre lágrimas llevándome las manos a la cara. De repente caí en una cosa que había dicho—. Espera, ¿no encontraron a nadie?<br />
Él negó con la cabeza.<br />
—No me preguntes por qué, porque no lo sé. Ahora deberías calmarte. Ven.<br />
Me abrazó y me alcanzó unos papeles para secarme las lágrimas. Me sonrió y se levantó para ir hacia donde estaba cuando entré a la sala. Entonces me di cuenta de que cojeaba.<br />
—Cojeas un poco... ¿Cómo tienes la pierna? Ya ni me acordaba.<br />
—¿Eh? —la miró y volvió con su sonrisa hacia mí—. Ah, sí. Ya está bien, aunque los médicos me dijeron que no quiere regenerarse del todo, así que tengo una cojera perpetua.<br />
—Lo siento...<br />
—No lo sientas. Mejor cojo que sin pierna, ¿no crees? He tenido suerte.<br />
Asentí. Tiene toda la razón del mundo. Me sorprende lo positivo que es con todo. Desde que le conocí no ha borrado la sonrisa de su cara. Desde luego, es especial.<br />
—No me has respondido antes... ¿qué haces aquí exactamente? —le pregunté tímida. Ya le estaba haciendo demasiadas preguntas y acabaría por hartarse de mí.<br />
—Ah, no me han dicho mucho. Sólo: «Es todo para protegeros. Lo entenderás más adelante, cuando estéis todos reunidos.»<br />
—¿Quiénes somos todos?<br />
Su respuesta fue un movimiento de hombros en señal de que no conocía la respuesta.<br />
—Lo sabréis ahora mismo. Seguidme.<br />
Scott había vuelto a aparecer por la puerta y nos hablaba apoyado en el marco de ésta.<br />
Finn y yo intercambiamos miradas. Por fin llegan las respuestas.Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6596499157731290464.post-29318321491249348132014-08-27T11:14:00.004-07:002014-12-25T15:30:54.159-08:00Capítulo 7.<div class="MsoNormal">
Me desperté más temprano que de costumbre, sin necesidad de
despertador. Raro en mí.</div>
<div class="MsoNormal">
Pronto estuve ya levantada, y ya que me sobraba tiempo,
decidí darme una buena ducha de agua fría, para despejarme.</div>
<div class="MsoNormal">
Cuando salí, media hora después, me peiné con una simple
cola alta, dejando mi pelo secarse al aire libre, y me vestí con una camiseta
gris de tirantes metida por dentro de mis vaqueros rotos, unas <i>converse </i>blancas, una chaqueta de cuero
color crema y, como toque final, un brazalete de plata fina.</div>
<div class="MsoNormal">
Bajé hacia la cocina, intentando hacer no hacer el más
mínimo ruido para no despertar a mi familia, que aún dormían. Desayuné un zumo
de naranja, algo ligero, y una napolitana. Justo cuando acababa de abrir esto último,
llamaron al timbre.</div>
<div class="MsoNormal">
—Muy buenos días, bella dama, hoy está deslumbrante. Coge
tus cosas y vámonos ya. Vamos, vamos, vamos… –dijo Keegan tan rápido como pudo
nada más abrirle la puerta. Entró en mi casa hacia la cocina y recogió todo lo
que había dejado de mi desayuno encima de la isla. Volvió hacia a mí, recogió
de al lado de la puerta mi mochila, se la colgó al hombro, me empujó hacia la
calle y cerró la puerta.</div>
<div class="MsoNormal">
—¿Pero qué…? –no me dejó terminar. Cogió mi mano y se la
llevó a la altura de la cara, mordiendo la napolitana, intacta, que aún llevaba
yo sujeta–. ¡Oye, que es mía!</div>
<div class="MsoNormal">
—Pues muy rica. Casera, ¿verdad? Me encanta. Venga vamos
–volvió a hablar a una apresurada velocidad. Justo después bajó las escaleras
del porche y se dirigió al coche que estaba justo en frente de mi casa, donde,
en el maletero, guardó mi mochila, para luego dirigirse al asiento del
copiloto.</div>
<div class="MsoNormal">
— ¿Hola? –“saludé” al abrir la puerta del coche. </div>
<div class="MsoNormal">
Mi prima iba al volante, y Keegan montó a su lado.</div>
<div class="MsoNormal">
¿Qué era eso que tenía que tenía él tan importante? A mí me
parecía una simple mañana más, aunque con el rubio ocupando mi sitio.</div>
<div class="MsoNormal">
Cuando llegamos al instituto nos encontramos con María, que
nos estaba esperando, pero muy a mi sorpresa, en vez de dejar que saliésemos,
entró ella al coche, y entonces fue cuando pude formular mis dudas, ya que Aroa
me había obligado a mantener la boca cerrada todo el camino.</div>
<div class="MsoNormal">
Qué agresiva.</div>
<div class="MsoNormal">
—¿Qué pasa? ¿Por qué no bajamos? –pregunté.</div>
<div class="MsoNormal">
—Hoy no vamos al instituto –me respondió el oji-azul con una
sonrisa cínica plantada en la cara–. He tenido la maravillosa idea de saltarnos
las clases porque esta mañana hay partido del Barcelona B y he conseguido cinco
entradas gratis en un muy buen sitio, ya que uno de los jugadores me debe un
favor.</div>
<div class="MsoNormal">
—Pero Keegan, no podemos hacer eso, ¿hola? ¿Soy la única que
piensa?</div>
<div class="MsoNormal">
—Vamos Nerea, no es la primera vez que lo haces… –me “animó”
mi gran amiga María.</div>
<div class="MsoNormal">
—¿Tú también? –le pregunté. No era normal en ella, aunque ya
lo hubiese hecho un par de veces también. A mi prima no le pregunté, puesto que
era común en ella. Resoplé–. Mis padres me van a matar.</div>
<div class="MsoNormal">
Dando por sentado que había dicho que sí, todos emitieron
una risa de victoria y arrancaron, dirección al Mini Stadi.</div>
<div class="MsoNormal">
Una vez allí entramos sin problemas. Al parecer Keegan si
que tenía contactos, y pudimos saltarnos la cola entera que esperaba a
conseguir que facturasen su entrada. Nos lo pasamos bastante bien. El estadio
casi se llenó entero, y el partido estuvo bastante bien. Muy entretenido. Y era
muy gracioso ver al chico y a mi prima sufrir y gritar cada vez que fallaban o
marcaban gol, o sucedía cualquier cosa que les molestaba. Y los bailes que se
marcaban los dos cada vez que el Barcelona B conseguía un penalti o marcaban,
eran épicos. Hubo uno que incluso llegué a grabar y subí a todas las redes
sociales posibles.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
—Creo que iré a comprar cualquier cosa para picotear,
¿alguien quiere algo? –dije levantándome de mi asiento. Cada uno me pidió algo
de beber y unas patatas para todos, y tomé camino hacia las escaleras más
próximas para poder bajar donde estaban los puestos. El descanso acababa de
empezar.</div>
<div class="MsoNormal">
Las colas de los pocos puestos que había en la entrada del
estadio eran enormes. El fútbol sí que da hambre, pensé.</div>
<div class="MsoNormal">
Diez minutos después, cuando estaba a dos personas del
puesto de perritos calientes, un sudoroso Keegan apareció corriendo en mi
dirección.</div>
<div class="MsoNormal">
—Vaya, incluso empapado de sudor estás bueno. ¿Cómo lo
haces, Hobbs?</div>
<div class="MsoNormal">
—Genética, Dou –me sonrió–. He venido porque estás tardando
mucho, y el partido vuelve a empezar.</div>
<div class="MsoNormal">
—Ya me queda poco –respondí, señalando a la persona que
acababa de terminar de pedir y ya se iba, haciendo avanzar la fila.</div>
<div class="MsoNormal">
Mi amigo asintió, y se quedó conmigo esperando, con las
manos metidas en los bolsillos.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Nuestros pies se despegaron del suelo sin siquiera darnos
cuenta, como si alguien muy grande capaz de abrazarnos a todos los que allí nos
encontrábamos nos hubiese levantado y dejado caer un par de metros más allá de
mala manera, sobre el duro suelo. Eso acompañado de un potente calor que nos
abrasó el cuerpo.</div>
<div class="MsoNormal">
Quedé aturdida durante lo que debieron ser varios y eternos
minutos. Un agudo pitido inundó todo aquel tiempo mi cabeza, aturdiéndome por
completo. Cuando al fin pude levantarme, pude ver un puñado de policías y unas
pocas ambulancias, que quedaban a lo largo de la calle, en frente del estadio.</div>
<div class="MsoNormal">
Tocaron mi hombro y me di la vuelta de inmediato,
sobresaltada, consiguiendo distinguir, a duras penas, la delicada cara de mi
prima justo delante de mí.</div>
<div class="MsoNormal">
Intentaba comunicarse conmigo, pero yo apenas escuchaba
palabras sueltas y lejanas, sin entender nada por culpa del pitido que aún no
acababa de desaparecer de mi cabeza.</div>
<div class="MsoNormal">
Al final logré espabilarme, no mucho tiempo después, y ya
oía todo con claridad: sirenas de policía, bomberos y ambulancias... Había
mucha confusión en el ambiente.</div>
<div class="MsoNormal">
—¿Qué ha pasado? –pregunté cuando conseguí articular palabra.</div>
<div class="MsoNormal">
—Al parecer la banda esa que tanto se ha hecho notar
últimamente ya no se conforma solo con robar –me respondió–. Han causado una
pequeña explosión –aclaró–. Afortunadamente,
como ya he dicho, ha sido una detonación leve. Como la última que pusieron en
la Basílica del Pilar, en Zaragoza. Un susto nada más.</div>
<div class="MsoNormal">
Asentí con la cabeza, respirando hondo.</div>
<div class="MsoNormal">
—¿Y Keegan?</div>
<div class="MsoNormal">
Aroa señaló a una ambulancia situada cerca de nosotros. Él
estaba sentado en la parte trasera de la furgoneta, con una chica de urgencias
revisándole el brazo. María estaba con él.</div>
<div class="MsoNormal">
—Le están colocando el hombro y curándole unas cuantas
quemaduras. Nadie ha resultado gravemente herido, tranquila. Por cierto, deberías
ir a que te mirasen eso –apuntó la parte trasera de mi cabeza. Me llevé la mano
al lugar.</div>
<div class="MsoNormal">
Sangraba, aunque no a borbotones, y ni siquiera me había
dado cuenta.</div>
<div class="MsoNormal">
—Perfecto –ironicé. Había aterrizado sobre mi cabeza en el
momento en el que la fuerza de la explosión nos había lanzado hacia atrás–. Me
voy a quedar tonta –suspiré, elevando las cejas.</div>
<div class="MsoNormal">
Dos golpes en menos de tres días. Esto ya se estaba
volviendo costumbre.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Estaba acostada en el sofá, con la radio puesta en la
emisora que más me gustaba. Realmente ponían la mejor música.</div>
<div class="MsoNormal">
Mis padres acababan de marcharse con mi hermano a un
cumpleaños.</div>
<div class="MsoNormal">
Cuando llegué a casa, sobre las doce y media, y me vieron
entrar con una venda rodeándome toda la cabeza, lo primero que hicieron fue
tratarme como una discapacitada. Lógico.</div>
<div class="MsoNormal">
Aunque después de hacerme los típicos cuidados de padres
curanderos, y de contarles, como respuesta a sus preguntas, lo del asalto al
estadio, llegó el momento que yo más temía: la gran y catastrófica bronca que
me echaron por saltarme las clases.</div>
<div class="MsoNormal">
Todo terminó con un castigo de dos semanas sin dejarme tener
vida social y centrándome únicamente en los deberes y tareas de la casa.</div>
<div class="MsoNormal">
—Definitivamente no vuelvo a saltarme las clases en la vida
–dije para mí misma con un brazo tapándome la cara.</div>
<div class="MsoNormal">
—Me parece bien.</div>
<div class="MsoNormal">
Me levanté del sofá de un salto en cuanto oí aquella voz,
emitiendo un agudo grito a la vez que usaba un cojín como arma. Sí, muy
práctico como forma de defensa en caso de peligro, lo sé.</div>
<div class="MsoNormal">
—¿Qué haces aquí? Y, ¿por dónde has entrado? –pregunté, una
vez me hube calmado un poco.</div>
<div class="MsoNormal">
Volví a sentarme en el sofá, con una mano en el pecho,
intentando recuperar el ritmo normal de mi corazón, y regular mi respiración.</div>
<div class="MsoNormal">
—La ventana de tu habitación estaba abierta.</div>
<div class="MsoNormal">
—¿Y por qué no pruebas a llamar al timbre de vez en cuando?
Ya sabes, como las personas normales –le espeté, mirándole. Estaba sentado en
el sillón a un lateral del sofá, paralelo a este, mirándome–. Te dije que no
volvieses por aquí, Scott.</div>
<div class="MsoNormal">
—Ya, lo sé.</div>
<div class="MsoNormal">
—Pues no parece que me hayas hecho mucho caso.</div>
<div class="MsoNormal">
—No te prometí nada.</div>
<div class="MsoNormal">
Sí, lo recordaba. ‘’Lo siento’’, había dicho.</div>
<div class="MsoNormal">
Sonreí sin querer al recordarlo, y borré aquel gesto en
cuanto pude reaccionar.</div>
<div class="MsoNormal">
—No me has respondido, ¿qué haces en mi casa?</div>
<div class="MsoNormal">
Se quedó mirándome sin articular palabra, con esos ojos azules
que podrían derretir glaciares enteros.</div>
<div class="MsoNormal">
—Quería asegurarme de que estabas bien –contestó tiempo
después, sin ninguna expresión en la cara.</div>
<div class="MsoNormal">
Esa respuesta me tomó por sorpresa. No me la esperaba, y por
ello el corazón volvió a irme más deprisa. Y como si él lo hubiese notado, me
dedicó una media sonrisa chulesca.</div>
<div class="MsoNormal">
—Pues estoy muy bien, gracias. Aunque parece que voy
siguiendo a los tuyos, porque…</div>
<div class="MsoNormal">
—No son los míos. Estaba dirigido por otra persona –me interrumpió–. Ni siquiera me constaba que
fuesen a poner aquella bomba. Al menos solo ha sido un susto. No iban a matar a
nadie, aunque sí que explotó en el sitio equivocado. Da gracias a que no hay
heridos graves –rió. Como si ese tema fuese gracioso.</div>
<div class="MsoNormal">
Recosté la cabeza en el respaldo del sofá y me quedé mirando
a un punto fijo de la televisión apagada.</div>
<div class="MsoNormal">
—¿Cómo sabías que yo estaba ahí?</div>
<div class="MsoNormal">
—Creo que no es asunto tuyo –se puso en pie.</div>
<div class="MsoNormal">
—Pues crees mal –le repliqué, poniéndome delante de él.</div>
<div class="MsoNormal">
—Ya, claro. Me tengo que ir.</div>
<div class="MsoNormal">
Caminó con paso lento hacia la puerta, mientras se colocaba la
chupa de cuero negra que habría dejado sobre el respaldo del sillón al llegar.</div>
<div class="MsoNormal">
Mientras andaba me fijé en que llevaba una camiseta de manga
corta completamente blanca, unos pitillos negros que, francamente, le quedaban
verdaderamente bien y unas botas del mismo color. Y eso junto a la chupa que
ahora llevaba puesta… era un espectáculo digno de contemplar.</div>
<div class="MsoNormal">
—¿Miras así a todos los que entran a tu casa? –me preguntó,
con una media sonrisa prepotente pegada en la cara. Fue ahí cuando me di cuenta
de que estaba mordiéndome el labio. Sí, frente a él. Vaya idiota estaba hecha.</div>
<div class="MsoNormal">
Me sonrojé y él rió.</div>
<div class="MsoNormal">
—Bueno, tengo cosas que hacer –abrió la puerta y salió,
bajando las escaleras del porche. Allí se paró, dándose la vuelta para volver a
mirarme–. Por cierto, para que dejes de preguntar: entro así en tu casa para
más precaución. No creo que a tus padres les hiciese mucha gracia verme por
aquí.</div>
<div class="MsoNormal">
— ¿Y tú que sabes? No conoces a mis padres.</div>
<div class="MsoNormal">
—Sí, bueno… –esbozó una pequeña risa, bajando la vista a sus
manos, metidas en los bolsillos de la chaqueta. ¿Qué había querido decir con
eso?</div>
<div class="MsoNormal">
Decidí no estrujarme la cabeza con más preguntas. No más de
las que generaba ese chico cada vez que hablaba conmigo.</div>
<div class="MsoNormal">
—¿Sabes? Tengo una idea para que no te la vuelvas a jugar ni
con mis padres, ni pudiendo abrirte la cabeza escalando mi ventana.</div>
<div class="MsoNormal">
—Ah, ¿sí? ¿Cuál?</div>
<div class="MsoNormal">
—No vuelvas más. Te lo repito de nuevo –él soltó una corta
pero sonora carcajada, volviendo a mirarme.</div>
<div class="MsoNormal">
—Ya, claro –me contestó, dándose la vuelta y entrando en un
Range Rover negro situado justo delante de mi jardín-. Nos vemos, Dou –se
despidió de mí, marchándose en ese enorme 4x4.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Entré de nuevo en la casa y me desplomé en el sofá en el que
anteriormente había estado descansando.</div>
<div class="MsoNormal">
Sonó mi móvil.</div>
<div class="MsoNormal">
Siempre tan oportunos todos.</div>
<div class="MsoNormal">
-Número desconocido:<i> Deberías
dejar de repetirlo tanto -<b>17:20</b></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i>-¿Qué? -<b>17:21<o:p></o:p></b></i></div>
<div class="MsoNormal">
-Número desconocido: <i>Que
eres cansina pidiendo algo que sabes que nunca va a pasar -<b>17:22<o:p></o:p></b></i></div>
<div class="MsoNormal">
Una carcajada se escapó de mi boca.</div>
<div class="MsoNormal">
Ya sabía quién era, aunque me costaba asimilar que dijese
eso.</div>
<div class="MsoNormal">
<i>-¿Cómo has conseguido
mi número, Parnell? -<b>17:22</b><o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal">
-Scott Parnell: <i>Deberías
llevar cuidado con dónde pones tu teléfono, princesa. -<b>17:23<o:p></o:p></b></i></div>
<div class="MsoNormal">
Ahora que caía, había tenido todo el tiempo en el bolsillo
de los pantalones, pero cuando había sonado escasos minutos antes, lo había
cogido de la mesa del salón. Sí que tendría que vigilarlo, sí.</div>
<div class="MsoNormal">
<i>-¿Ahora también tienes
dotes de carterista? -<b>17:23<o:p></o:p></b></i></div>
<div class="MsoNormal">
-Scott Parnell: <i>Hay
que saber un poco de todo. -<b>17:23<o:p></o:p></b></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
-Scott Parnell: <i>Mañana
nos vemos, princesa. -<b>17:24<o:p></o:p></b></i></div>
Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6596499157731290464.post-73739056900452990722014-08-17T09:39:00.001-07:002014-12-25T15:31:01.802-08:00Capítulo 6.<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">A penas pude dormir.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">María se quedó en mi casa la noche
anterior y estuvimos hasta avanzadas horas de la noche hablando sobre lo que
había pasado horas antes.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Vamos Nerea, muévete o el profesor de matemáticas nos pondrá en
evidencia delante de la clase –me decía mientras se calzaba sus bailarinas. Yo
tenía la cabeza apoyada contra el armario y con la camiseta colgando del
cuello, a medio poner.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Tengo sueño. Solo hemos dormido cuatro horas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Yo también tengo sueño y mírame –me respondió dando pequeños saltos
como un canguro de un lado a otro de la habitación–. <i>Tachán</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">La miré de reojo. Parecía tonta,
pero me hizo gracia verla, así que reí y, con mucho esfuerzo conseguí
despegarme del armario, dejando un círculo rojo en mi frente por la presión, y
seguí vistiéndome.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Cabe decir que con un gran esfuerzo
por mi parte.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Media hora después ya poníamos el
pie en el instituto, llevadas por mi prima, de nuevo, cuyas preguntas sobre por
qué estábamos tan cansadas y tan raras no cesaban. Además de alguna que otra
broma sobre nuestras caras de drogadictas-alcohólicas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">La mañana fue como siempre, excepto
por alguna que otra pregunta por el gran parche que llevaba en la parte alta de
mi frente, tapando la herida que el día anterior me había hecho al caer. Al
final el profesor de matemáticas, “Don Quintín”, como algunos lo llaman, nos
castigó por llegar dos minutos tarde, y la maestra de inglés volvió a romper
otro par de gafas. La explicación simple es que sufre un trastorno de
bipolaridad.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno, y para terminar la última clase de hoy, tengo una sorpresa
para vosotros, queridos alumnos –decía nuestra pelirroja profesora de arte
plantándose delante de la pizarra–. Os voy a mandar un trabajo que consistirá
en hacer un dibujo al óleo en lienzo –un quejido grupal inundó la clase–. No os
quejéis chicos. Lo divertido va a ser que lo haréis por parejas y consistirá en
hacer un cuadro que deberá tener, de una manera u otra, relación con el del
compañero. Me explico –se dirigió hacia su mesa y sacó de debajo un par de
cuadros–: en estos cuadros podéis ver cómo en uno, hay un candado cerrado y en
el otro una llave con los mismos motivos decorativos que el cerrojo, además,
hay una cinta rosa en cada cuadro, que si unimos forman una. Esto es a lo que
me refiero: compatibilidad. No es tan difícil –habló, guardando, mientras, los
cuadros. Resoplé.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Ya, pero siempre cuesta ponerle ganas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Pues habrá que dejar de ser tan vagos y hacer algo productivo,
Nerea –roté los ojos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—En fin, al menos podemos hacer algo razonable. Total, nos conocemos
bastante –le dije a María, pero fui interrumpida por la maestra.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Ah, no, no, no... –rió–. No se lo he dicho: las parejas las he
elegido yo. Ya las tengo distribuidas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué? Pero, ¿por qué? –preguntó Alexis, un compañero.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Porque los conozco muy bien, señores, y quiero evitar que elijan a
los mismos de siempre –mierda– ya que sé que será demasiado fácil. Por eso voy
a complicarlo un poco, además, os ayudará a relacionaros con más gente con la
que no soléis hablar -volvió a su mesa y se sentó en ella. Cogió su libreta y
la abrió por una página donde había un montón de nombres.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Empezó a nombrar a todas las parejas
que ella misma había elegido para el dichoso trabajo, mientras que yo tenía la
barbilla apoyada en mi mano.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—María Llano con Rosa Pérez –oh, no–, y Nerea Dou con Scott
Parnell.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Cómo no –dije en voz alta, expulsado un gran y sonoro resoplo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Tiene algún problema, señorita Dou?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No, claro que no. A sus órdenes, señora –ironicé.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No le hables así a nuestra profesora, Nerea. Muy mal –rió él un
par de filas más atrás que yo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Tú te callas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Estuve todo el camino a casa
hablando con María sobre lo molesto que iba a ser tener que trabajar con Scott.
Por una parte no quería estar tanto tiempo con él, porque me ponía nerviosa,
pero por otra parte sí que tenía ganas de pasar el rato fuese necesario, todo
para saciar la intriga que despertaba en mí ese chico de precioso ojos azules.
Y me odiaba a mí misma porque hubiese una parte de mí que sí quisiera
conocerle.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno chicas, me voy a comprar. Si necesitáis algo, me llamáis
–nos dijo mi madre saliendo por la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, mamá –le contesté y cerró la puerta con un sonoro portazo–.
Que delicada es –reímos mi amiga y yo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Y que lo digas... Bueno, creo que esto ya está –informó cerrando
su libro de ciencias y metiendo todo a su mochila–. Oye, Nerea, ¿te parece que
cuando termines vayamos al hospital?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Para qué? –no dejé que contestara, porque con su mirada me lo
dijo todo–. Oh, no María... No quiero involucrarnos más en el asunto. No
–sentencié volviendo a mis deberes.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Vamos, será un rato nada más. Además, le ayudamos a salvarse.
Seguro que quiere darnos las gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Seguro –ironicé. A partir de ahí, durante los tres minutos
siguientes, no hizo más que rogarme por ello.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Muy a mi pesar, accedí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno vale. Que pesada eres. No te quedas sin aire, eh. Iremos,
pero no nos quedamos mucho rato.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¡Bien! Gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Tal y como le dije, fuimos justo
después de que yo terminase mis tareas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">El hospital quedaba bastante lejos
de mi casa, así que tuvimos que ir mediante autobús. Tardamos bastante en
llegar, alrededor de cuarenta y cinco minutos, más o menos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Perdone, venimos a ver a un chico que fue ingresado ayer. Pelo
castaño y ojos del mismo color. Lo trajeron porque había recibido un balazo en
la pierna. ¿Sabe si está estable? ¿Puede recibir visitas? –hablaba María con la
recepcionista.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, claro, ya está despierto y puede recibir visitas. ¿Son
familiares? –yo negué con la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No, no. Somos las chicas que lo encontraron herido –la mujer
tecleó en su ordenador. Desde que habíamos entrado no había podido dejar de
mirarla.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">A juzgar por su aspecto, tendría
unos sesenta y pocos años. A punto de jubilarse, seguramente. Era una mujer de
apariencia débil y menuda. Su piel era blanca como la leche y muy arrugada,
reflejo del transcurso de su, aparentemente, aburrida y pesada vida. Tenía los
ojos verdes pardos, con los párpados extremadamente maquillados de un azul
intenso, y delineados de mala manera. Sus labios eran finos, tanto que apenas
se distinguirían si no fuese por el lápiz labial rojo que los resaltaba, y
sobre su nariz, pequeña y aguileña, reposaban unas grandes gafas redondas de
montura blanca, muy llamativas a pesar de su discreto color.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—De acuerdo. Habitación doscientos treinta y seis, tercera planta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Subimos directas a donde nos marcó
la simpática recepcionista, con alguna ayuda de los médicos que nos encontramos
por los pasillos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">El último al que nos encontramos, un
hombre de unos aparentes cuarenta años, calvo y de ojos azules que vestía una
larga bata blanca, nos acompañó hasta la sala, donde nos dijo que nos
quedásemos un momento en la puerta, mientras él entraba.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Señor Harries, unas señoritas han venido a visitarle. Dicen que
son las que le encontraron ayer -oímos la voz del doctor en el interior de la
habitación. Después se hizo el silencio durante unos cuantos segundos, hasta
que le vimos salir por la puerta. Nos dio paso con una suave inclinación de
cabeza y se marchó por uno de los pasillos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">María fue la primera en pisar el
interior del cuarto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Permiso –dijo con vergüenza, mientras entraba a paso lento.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Nada más acceder al interior se
podía ver perfectamente todo el lugar. La cama en la que se encontraba el chico
estaba pegada a la pared izquierda, al lado de las ventanas, y en la pared de
la derecha, justo en frente de la cama se situaba un gran sofá de color granate
oscuro, que se podía ver de lado al abrir la puerta, y donde pude distinguir
que había una mujer tumbada, durmiendo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Vaya, hola, me alegra poder veros sin tener una bala incrustada en
el gemelo. Pensé que no ibais a venir.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, bueno, queríamos ver cómo estabas. Me asustó bastante verte
así –rió nerviosa María, mientras miraba fijamente los ojos del chico.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Tu pierna está bien? –pregunté, atrayendo la atención de él, que
miraba a María.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Eh? Ah, sí. Afortunadamente no ha llegado muy lejos ni ha tocado
hueso. Y ayudaste mucho presionando la herida, así que me recuperaré, aunque
tardaré bastante –me sonrió. Vaya, es bastante guapo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Me alegro. Por cierto, soy Nerea –me presenté–, y ella es María.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Encantado. Yo soy Finn –volvió a sonreírnos, esta vez a las dos.
En ese momento oímos ruido en la zona donde se encontraba el sofá, por lo que
dirigimos nuestra atención hacia allí–. Oh, mamá.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Así que vosotras sois las que salvasteis a mi hijo, eh. No sabéis
lo mucho que os lo agradezco –nos agradeció la mujer que anteriormente habíamos
encontrado durmiendo en el sofá, mientras nos abrazaba fuertemente. Era una
mujer bastante amplia y robusta, de brazos y piernas anchas, y de altura igual
que yo. Su pelo era largo y liso, de color rubio y ojos azules eléctricos.
Quién diría que es su madre–. Ay, mi pequeño Finn...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Mamá, tengo diecisiete años, por favor –dijo, apartando de su
propia cara la mano de su madre, cual había puesto para acariciarle la mejilla.
Reímos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno, ya te dejo. Iré a tomarme un té a la cafetería del
hospital. Encantada de conoceros, chicas –le sonreímos y, dicho eso, cogió su
bolso y salió de la habitación.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Y... Finn, ¿no te han preguntado nada sobre cómo acabaste con un
balazo en la pierna? –negó con la cabeza, también notoriamente extrañado–. ¿Ni
cómo te encontramos?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No, no me han preguntado nada de nada. Simplemente se han dedicado
a curarme. ¿A vosotras tampoco os han interrogado?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Qué va. No hemos dicho nada a nadie. Nos lo hemos guardado. No
quiero meterme en líos –contesté.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Y tu madre? Te habrá dicho algo –le dijo María.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Tampoco. Ni si quiera ella me ha planteado una sola cuestión...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Qué raro... –comentó María, con una mano en su barbilla.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí... ¿Y cómo conseguisteis encontrarme?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Tus aullidos nos guiaron –le respondí, graciosa. Él rió–. Y tú,
¿cómo llegaste ahí?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Si queréis saber la verdad, no lo sé. Lo único de lo que me
acuerdo es que yo estaba caminando en dirección a un restaurante de comida
rápida para picar algo, cuando noté que algo me atravesaba la pierna, caí al
suelo, cuando levanté la mirada, vi al hombre que te atacó –me dijo a mí–, y lo
siguiente que recuerdo es verme tirado en aquel lugar detrás de aquella fea
casa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Vale, es muy extraño... –comentó mi amiga mirándome a mí, haciendo
énfasis en el “muy”.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Recuerdas haberte dado un golpe en la cabeza al caer al suelo? A
lo mejor te desmayaste por eso... –él negó con la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me quedé mirando fijamente a algún
punto de la habitación, pensando, cuando el sonido de la puerta irrumpió en la
sala. Volteamos a ver.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Señoritas, la hora de visitas está a punto de terminar. El
señorito Harries necesita descansar.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí doctor, enseguida nos vamos –el hombre asintió con la cabeza y
salió de la habitación.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno, un placer poder haberte conocido sin que nadie nos
amenazase con un cuchillo –se despidió María.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Lo mismo digo –sonrió él–. Espero volver a veros por aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Seguro –confirmé con una sonrisa, mientras andábamos hacia la
puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Por cierto, recupérate –me dijo, señalándose la frente, dando a
entender que se refería a mi herida.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Yo también me llevé la mano a la
frente, tocando la venda.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Ah, sí, gracias. Cuatro puntos no son nada –reí–. Hasta pronto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y salimos por la puerta, cerrando
tras nosotras.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">En la planta baja nos encontramos a
la señora Harries, que ya subía para volver con su hijo. Nos despedimos de ella
y nos volvió a dar las gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Cuando ya estuvimos en recepción,
paré en seco y decidí acercarme de nuevo a la mujer mayor que nos atendió nada más
llegar. Recordé que nuestra maestra de gimnasia, según, estaba allí, por lo que
no estaría mal pasarnos la próxima vez que fuésemos a visitar a Finn.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Perdone –llamé la atención de la extravagante mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Oh, hola de nuevo, señoritas. ¿Ya han visitado a su amigo?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, sí, ya lo hemos hecho. ¿Puede decirnos si se encuentra aquí
una tal señora Bachmann? No sé cómo es su nombre de pila. Somos alumnas suyas
–la mujer volvió su vista al ordenador y buscó, y buscó, y volvió a buscar.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Lo lamento, aquí no hay ninguna mujer que se apellide Bachmann.
Puede que esté en otro hospital. Se habrán confundido.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">María y yo cruzamos miradas,
desconcertadas. Nos habían dicho que estaba allí. Todo el instituto lo decía.
Incluso había oído a profesores haberlo comentado.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Muchas gracias. Adiós –se despidió María, y salimos del hospital.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Todo estaba resultando ser un poco
inusual. Mi vida en sí estaba siendo, últimamente, muy rara.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Llegamos a mi casa sobre las ocho y
media, esta vez cogiendo un taxi. María recogió sus cosas y se marchó hacia su
barrio. Yo me di un baño largo de espuma, para despojarme de toda la tensión
que tenía acumulada en el cuerpo. Una hora más tarde, cuando logré salir de la
bañera totalmente relajada, mis padres y mi hermano ya estaban en casa. Cenamos
y charlamos. Me preguntaron sobre qué habíamos hecho hoy, y les contesté que
solo había salido a dar un paseo con María. Por el momento prefería que todo lo
que había pasado el día anterior quedase escondido para mi familia, incluyendo
la existencia de Finn.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Sobre las diez decidí acostarme,
puesto que quería recuperar todas las horas de sueño que había desperdiciado la
pasada noche.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Ya notaba cómo caía en el sueño,
cuando mi móvil sonó justo al lado de mi cabeza. Apoyado en la mesilla de
noche.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Joder –susurré, abriendo los ojos. Se me había olvidado ponerlo en
silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me incorporé, sentándome con las
piernas cruzadas sobre el colchón, y desbloqueé el teléfono.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">-Keegan: <i>Nereaaaaaaaa -<b>22:06</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-Por dios Keegan, ¿qué quieres? Ya
estaba casi durmiendo -<b>22:07</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">-Keegan: <i>Perdona, perdona.
Pero es que esto es urgente. Tengo algo que te puede gustar -<b>22:07</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-¿Qué es? -<b>22:07</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">-Keegan: <i>Aaah, sorpresa. Lo
único que te digo es que mañana te recojo yo para ir al instituto. Te tocaré el
timbre, y no me hagas mucho esperar porque me largo sin ti. -<b>22:08</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-Vale, pero dime qué es, porfiii. -<b>22:08</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">-Keegan: <i>Sí, claro, ahora
mismo. Buenas noches -<b>22:09</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><b><i>'Última vez a las 22:09'</i></b><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><b><i><br />
</i></b>Y ahí se quedó<i> </i>la conversación. No volvió a conectarse
en los tres minutos siguientes en los que estuve esperando a que me dijera algo
más frente a la pantalla.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<i><span style="font-family: inherit;">-Que te den, Hobbs .l. -<b>22:12</b></span></i><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6596499157731290464.post-71199701522946349552014-08-04T12:35:00.002-07:002014-12-25T15:31:08.251-08:00Capítulo 5.<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i><span style="background: white;">''It might seem
crazy what I’m about to say </span></i><i><br />
<span style="background: white;">Sunshine she’s here, you can take away </span><br />
<span style="background: white;">I’m a hot air balloon that could go to
space </span><br />
<span style="background: white;">With the air, like I don’t care baby by the
way...''</span></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i><span style="background: white;"><br />
Happy. </span></i><span style="background: white;">Aquella maravillosa música inundó mis oídos.
Desde luego, ¿qué mejor manera de despertar que con una canción que transmite
tanto y que tiene tan buen rollo?</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Hice el primer
intento de abrir los ojos y un rayo de sol que se filtraba por mi persiana
impactó de lleno en ellos, contrayendo mis pupilas.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Después de un fin
de semana, el cual me había parecido eterno, por fin volvía a la rutina.
Desconectaría de lo que me había pasado y retomaría los constantes
calentamientos de cabeza por los mismos temas de siempre, que consistían en
problemas de matemáticas, infinitas fechas y acontecimientos históricos
imposibles de memorizar en historia y las agotadoras clases de gimnasia de la
Señorita Bachmann, apellido alemán, por cierto. De ahí que sea tan
exageradamente estricta.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Después de varios
intentos de levantarme, los cuales parecían abdominales mal hechos, conseguí
ponerme en pie. Me dirigí hacia el armario y cogí directamente la ropa que me
iba a poner: una sudadera <i>obey </i>gris, unas mayas negras y
mis <i>Air Max </i>blancas y azules.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Justo después fui
al baño, me lavé la cara, me hice una cola alta con mi pelo rizado y bajé a
desayunar.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;"><br />
</span>—<span style="background: white;">Hija, ¿estás segura de que quieres ir al instituto? –irónico oír eso de
la boca de mi madre.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Que sí, me lo has preguntado mil veces en quince
minutos –respondí con tono aburrido a la vez que cogía la mochila de al lado de
la puerta principal.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Mira que has pasado por algo muy fuerte, puedes
sentirte despla...</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Sí mamá, lo sé, que ya me lo has dicho –la
interrumpí mientras mordía la manzana que tenía en mi mano–. ¿Puedes dejarme
ya? Aroa me espera ahí fuera, y sí –hice énfasis en el “sí”– voy a ir. No me
han disparado, no he estado a punto de caerme del punto más alto de un
rascacielos y no he visto al abuelo del vecino desnudo, así que por favor te lo
pido, deja de tratarme como si fuese una niña pequeña a la que le acabasen de
diagnosticar un asqueroso cáncer en el pulmón, ¿vale? Gracias –dicho eso salí
por la puerta, dejando a mi madre en el porche, mirándome.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Sólo me preocupo por ti, hija.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Lo sé, mamá. Y gracias, pero te pasas –y entré al
coche mientras mi prima saludaba a mi madre, para justo después arrancar
dirección instituto.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;"><br />
Llegamos y cada una nos fuimos por nuestro lado.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Por todo el camino
habíamos estado hablando sobre lo que había pasado el sábado, aunque no le
conté lo de Scott. Por ahora nadie lo sabía. Era la primera vez que hablaba con
mi prima sobre el tema y se le notaba que le ponía nerviosa hablar del tema,
pero que la curiosidad le invadía.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Me estaba empezando
a cansar del asunto. Fue un intento de robo como otro cualquiera. Punto.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">¡Nena! –oí la llamada de María. Reconocería su
voz en cualquier lado. Fui con ella cuando conseguí verla entre el gentío.
Estaba con Keegan.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Buenos días –les saludé.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">¿Cómo vas?</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Bien, más o menos. Solo de pensar que hoy, lunes,
a segunda hora, toca gimnasia me entra un bajón... Bachmann está loca.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Pues dímelo a mí, que me toca a primera. Me han
comentado que ahora le ha dado por hacernos coger pesas –nos informó Keegan.
Que cansancio solo de oírlo.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Al menos tú vas al gimnasio.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Sí, es cierto. Deberíais apuntaros. Estáis
cogiendo peso, eh.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">¡Oye! –nos quejamos al unísono. Él rió.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Qué idiota eres –le insulté, con cariño.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Justo cuando me iba
a responder escuchamos unas risitas detrás de nosotros, y cuando giramos a ver
nos encontramos a dos chicas cotilleando, sin darse cuenta de la atención que
habíamos posado en ellas, sobre lo que me había sucedido el sábado. Por lo que
escuché, decían que me lo había inventado todo, que era patética y que si
hubiese pasado de verdad, me habría pasado algo. Que nadie sale ileso de eso.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Suspiré.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Qué asco de gente –habló mi amiga–. ¿Me acerco y
les digo algo? Ya verás cómo no vuelven a decir ni “mu”.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">No gracias, no necesito niñera –le contesté–. ¡Y
no me es necesario montar un jaleo sobre ese tema con las puertas del
instituto! –levanté la voz, mirando por el rabillo del ojo a las chicas, para
que se percataran.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Me miraron mal y se
fueron. Cuando entramos hubo un poco más de lo mismo por todo el pasillo,
incluso en clase. Entramos a Física y Química y me senté con María.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Cuando ya
llevábamos un rato de clase, llamaron a la puerta. Se me heló la sangre en ese
mismo momento. Sabía quién era, sin haberlo visto. Ni siquiera me había fijado
de que no estaba en clase desde un principio, y mucho menos había pensado en que
volver al instituto significaría volver a verlo durante siete horas seguidas,
cinco días a la semana. ¿Cómo se me había podido pasar ese detalle? Sé que no
podía evitarlo, pero habría estado preparada, sabiendo el efecto que causa en
mí ese chico.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Estuve durante todo
el día sintiendo su mirada clavada en mi nuca.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;"><br />
<br />
</span>—<span style="background: white;">¿Te has enterado ya de por qué no ha venido la de gimnasia? –pregunté
antes de morder por tercera vez mi sándwich. La madre de María no estaba, y
como era costumbre comer todos los lunes en su casa, nos habíamos preparado
unos bocadillos.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Me han dicho que está ingresada en el Hospital
Clínic. No sé por qué, pero está de baja. En realidad nadie sabe más sobre el
tema. Solo eso –respondió mi rubio amigo levantando los hombros.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">No le dimos más vueltas
al tema.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Keegan se fue poco
después porque tenía prisa, y las dos horas siguientes María y yo las pasamos
haciendo deberes, riendo y escuchando música.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;"><br />
<br />
<s> </s></span>—<span style="background: white;">Bueno Nerea, querida amiga, ¿piensas contarme todo lo que pasó el
sábado? –me preguntó, una vez estuvimos fuera de su casa. Habíamos salido a
pasear.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><s><span style="background: white;"> </span></s>—<span style="background: white;">Ya te lo conté.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">No, me refiero a cómo ''mágicamente'' los dos
individuos esos se marcharon, sin más. Llámame cotilla, pero me da que no lo
cuentas todo. Es decir, nadie se asustaría de ti con un bate. Venga –a veces me
asusta cómo puede saber tanto de mí.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Tardé un rato en
decidirme si contárselo, aunque acabé cediendo.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">María, escúchame... Necesito que me prometas que
esto va a quedar entre tú y yo.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Te lo juro –dijo levantando una mano.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">A partir de ahí,
tras un suspiro, le conté absolutamente todo lo que pasó. Desde que me
desperté, pasando por el momento de Scott, hasta la parte en que al día
siguiente él mismo había vuelto a mi casa para decirme que no podía decírselo a
nadie.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">¿Pero estás loca? ¡Nuestro compañero de clase es
un mafioso! –reí ante aquello–. Hay que hacérselo saber a la policía.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">No, María, me lo prometiste. Yo sé que lo de no
contárselo a nadie me traerá problemas. Sé lo que es Scott, pero... –dudé en
decírselo–. Creo que confío en él. Y antes de que digas nada, no, no estoy
segura de que sea alguien en quien puedas confiar pero... Es solo instinto.
Confía en mí, ¿sí?</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Porque te lo he prometido, que si no...
–suspiró–. Tú sabrás lo que haces –se adelantó mientras andábamos, dándome la
espalda.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Yo sabré lo que hago... –susurré para mí–. Eso
espero.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">En ese mismo
instante escuché algo que me dejó paralizada. Creo que dejé de respirar,
incluso.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">¿Has oído eso? –pregunté a María, quien giró a
verme.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">No he oído nada. ¿Por qué? –me preguntó
extrañada.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Y otra vez aquel
sonido. Un grito. Un grito de desesperación, de dolor, pidiendo ayuda.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Como un acto
reflejo, sin ni siquiera pensármelo, salí corriendo hacia donde,
intuí, venía aquel sonido. María salió corriendo detrás de mí, sin saber a
dónde íbamos.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Yo tampoco lo
sabía, simplemente me dejé llevar. Y acabé allí, en frente de aquel gran
caserón abandonado de aspecto macabro y tan tenebroso que con nada más mirarlo
se me erizaba la piel.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Volví a escuchar
aquel grito grave cuando María logró alcanzarme y me cogió del hombro para
pararme.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Menuda carrera, muchacha. ¿Qué haces?</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Escucha –y como si hubiesen estado esperando el
momento, se oyó el mismo grito grave y estridente pidiendo auxilio desde detrás
de aquella espantosa casa y salí corriendo hacia la arboleda de detrás de la
misma.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Lo que me encontré
me dejó pasmada, estupefacta. El corazón se me paró. María ahogó un grito de
espanto.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Allí, delante de
nosotras, tumbado en el césped se encontraba un chico moreno de pelo castaño,
solo, sujetando su pierna, intentando presionar el lugar donde la sangre no
paraba de salir. Mi amiga se llevó la mano a la boca y pude oír cómo empezaba a
llorar.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">María, no es momento de quedarse quietas. Ayúdame
a presionarle la herida –le ordené mientras me acercaba al chico–. Dame tu
camiseta –le dije al chico, que me miraba con sus ojos marrones grisáceos. Se
la quité yo misma y me dirigí hacia su gemelo–. María, vigílale. Que no cierre
los ojos... Y llama a la ambulancia –iba dándole las instrucciones mientras le
hacía el torniquete en la pierna al chico con su camisa, intentando apretarlo
lo máximo posible para retener la hemorragia.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">¡Cuidado! –escuché, de la voz entrecortada y
forzada de este, avisándome.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Y en cuanto me di
la vuelta, sentí un gran dolor en la cabeza y caí al suelo. Estuve ahí durante
un par de segundos, completamente paralizada. Cuando pude al fin reaccionar, me
di la vuelta, quedando boca arriba tumbada en el suelo y apoyada en mis codos.
Y frente a mí se hallaba la imponente figura de un hombre de unos veintinueve
años, de pelo tan negro como el azabache y ojos verdes, tan intensos que te
dejaban sin aliento. Me miraba con cara de superioridad, satisfecho porque se
hubiese topado conmigo.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Me permití un par
de segundos para mirar a María, situada a unos dos metros a mi izquierda,
intentando soltarse de otro hombre que la mantenía completamente inmóvil contra
el suelo al haberse tumbado encima de ella. También vi al chico de antes, ya
con los ojos cerrados, totalmente inconsciente.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Y volví mi vista al
tío que me había golpeado la cabeza.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Me cogió de un
brazo y me levantó como si nada, agarrándome a la fuerza contra él, quedando a
escasos centímetros de su cara.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">No tendrías que haberte metido, mocosa.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Eres de la banda de gilipollas esos, ¿verdad? Os
acabarán pillando a todos. Ojalá os pudráis en el lugar más asqueroso del
infierno –le gritaba mientras intentaba golpearle desesperadamente el pecho.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Cállate ya, niña –me tiró de golpe al suelo. Caí
de lado, sobre mi brazo. Solté un grito.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">El hombre se apoyó
sobre su rodilla izquierda, quedando a mi lado. Desde mi posición pude ver todo
el recorrido que hizo su mano hasta sacar una navaja de su bolsillo y
depositarla sobre mi cuello. Cerré fuertemente los ojos y al oír un golpe donde
estaba María, los abrí al instante, al igual que mi agresor, que separó la
navaja de mi cuello para prestar atención a lo que pasaba.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Allí donde miramos
se hallaba el chico que había tenido como rehén a mi amiga tumbado en el suelo
inconsciente, y a su lado, también en el suelo, María, con los ojos abiertos de
par en par en dirección a quien la había ayudado a zafarse.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Scott, que le dio
la mano para ayudarla a levantarse y sin más dirigirse hacia nosotros.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Vuelve a tocarla y te corto la cabeza –habló
intimidante, dirigiéndose al hombre, que se puso de pie.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Algún día yo seré tu superior, y entonces te haré
pagar todas y cada una de las que te tengo guardadas, Parnell. Mocoso
asqueroso.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Ya lo veremos, Cristopher, ya –le respondió,
mirándole mal mientras el otro se marchaba hacia el interior del bosque. Todo
bajo mi atenta y atónita mirada–. ¿Estás bien? –me preguntó serio mientras me
tendía la mano para ayudar a levantarme.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Supongo... Gracias –asintió con la cabeza y soltó
mi mano. En ese momento se oyeron sirenas de ambulancia próximas a nuestra
localización. Giró la cabeza–. Baró, lleva al chico a la ambulancia. Que ellas
te ayuden y que las examinen. Ya -María vino corriendo hacia mí.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">En ese momento, de
la parte trasera de un gran y viejo árbol pude distinguir cómo salía una
esbelta figura femenina. Era una chica de estatura media, mediría poco menos
que yo. Morena de piel y de ojos tan marrones que parecían negros. Llevaba el
pelo recogido en una coleta alta que le llegaba hasta el principio de la
espalda, y llevaba una cinta negra atada al coletero que le sujetaba el pelo.
Iba completamente vestida de negro, con un cinturón gris que le rodeaba la
cintura.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Se acercó al chico
del disparo en la pierna y lo ayudó a levantarse. Menos mal, no está muerto,
pensé aliviada.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Vamos –me dijo María, a lo que asentí con la
cabeza. Ayudamos a la tal Baró a llevar al castaño a la ambulancia, donde los
médicos buscaban a quien había llamado y nos atendieron. La compañera de Scott,
con una gran y amistosa sonrisa, les contó a los de la ambulancia el cuento de
lo que había pasado, y nosotras nos quedamos al margen, escuchando. Al fin y al
cabo nos había ayudado.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Miré hacia la casa
vieja, donde en una esquina pude ver a Scott apoyado contra ella. Mirándome. Mi
corazón volvió a ponerse en marcha, cada vez más rápido.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Poco después la
ambulancia se marchó con el herido hacia el Hospital Clínic y nosotras nos
quedamos allí, con los otros dos.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Gracias por ayudarnos –agradecí a los dos chicos,
cuando Scott se hubo acercado.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Lo mismo digo. Pero eso no significa que aún no
sienta asco por todos los que estáis en esa especie de mafia –habló María, con
repugnancia.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Supongo que es normal. Yo también lo siento y
estoy en ella... –habló la chica de la coleta suspirando.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">¿Y por qué estás entonces? –le preguntó mi amiga.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Es complicado.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Sí, claro, cómo no. Todo es complicado.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">No eres tan importante como para hablar de esto
solo porque te he salvado dos veces, princesa –bufé ante la sonrisa prepotente
de nuestro compañero de clase.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Deberíamos irnos ya, Scott. Nos estarán
esperando, y nos espera una buena bronca... –comentó su compañera.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Sí, vamos –dijo empezando a andar hacia la parte
trasera de la lúgubre casa–. Nos vemos, compañeras –nos dijo a María y a mí con
una risa.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Encantada de conoceros –nos sonrió la chica de
negro empezando a seguir a Scott–. Por cierto, me llamo Andrea, Andrea Baró.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">¡Baró, vamos! –gritó ya desde el bosque Scott.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Debo irme o acabará por desquiciarse. Adiós –y
salió corriendo tras él, desapareciendo los dos por el frondoso bosque a una
velocidad alucinante.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Simpática, ¿no? –María me miró, sin entenderme.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Eres increíble –me dijo irónicamente mientras
empezamos a andar, deshaciendo nuestros pasos, de vuelta a su casa–. Puede ser
simpática, ha ayudado con el chico ese, y puede que Scott nos haya ayudado a
deshacernos de aquellos hijos de su madre que nos han acorralado, pero te
recuerdo que eso no quiere decir que se salven. Siguen siendo lo que son.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Suspiré. Tenía
razón, pero de alguna manera, y no sé cómo, yo sabía que Scott no era como los
otros, a pesar de su comportamiento; y al parecer Andrea tampoco.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Miré hacia atrás,
por donde anteriormente los dos se habían marchado y volví a coger aire, todo
lo que pude. Y lo solté.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Sí, todos
pertenecían a la misma banda, pero... ¿Y si no todos fuesen iguales? ¿Y si
hubieran retractados, una especie de resistencia que intenta involucrarse lo
mínimo posible? Que no estuviesen de acuerdo con lo que hacen, que se vean
obligados.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white;">Volví a mirar hacia
delante.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">¿Y si resulta que no son todos completamente
iguales?</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Entonces no entiendo por qué están ahí. Son
demasiado tontos si se meten en esos fregados sin gustarle para luego jugarse
la vida. En cualquier caso me siguen cayendo igual de mal –reí ante su
comentario.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Supongo que tienes razón...</span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<span style="background: white;">Claro que la tengo –me dijo, empujándome de broma
mientras reía.</span></span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6596499157731290464.post-40709395930507611212014-07-31T14:49:00.000-07:002014-12-25T15:31:15.208-08:00Capítulo 4.<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Cálmate, Keegan, ¿sí?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué me calme? ¿Quieres que me calme? ¡Te dije que si pasaba algo
me llamaras y no lo hiciste!<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Pero no llegó a pasar nada. Ya te lo he dicho.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Ya, ¿y si llega a pasar, qué? –me preguntó, dando vueltas por toda
la cocina. Tenía las manos en la cabeza y se le notaba especialmente molesto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Pero no pasó –me levanté y lo paré–. Si vuelve a pasar, te prometo
que esta vez si te llamaré, ¿vale?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Se me quedó mirando durante un rato
y terminó por relajar la expresión de su cara. Me abrazó.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Por favor, Nerea. No vuelvas a darme esos sustos, joder –me
rogaba, apretándome a él fuertemente–. ¿Tus padres lo saben?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí. Llegaron aquí de madrugada, cuando salió la noticia en la
tele. Hoy han ido a hablar con la policía y pronto tendré que ir yo a que me
tomen declaración.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Vale, te llevaré yo. Le pediré a mi padre la moto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—De acuerdo... –contesté separándome de él.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Y permíteme una pregunta... ¿Cómo es que lo revolvieron todo y no
se llevaron nada? Y si te vieron, ¿por qué no te hicieron nada?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Tardé un rato en contestar.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Supongo que cuando me vieron con el
bate se asustaron. No lo sé, lo tengo todo muy borroso.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Keegan iba a seguir interrogándome,
pero el móvil sonó al instante. Fui a cogerlo al primer tono. Miré la pantalla:
María.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-Hola.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-¿Hola? Nerea, he visto las
noticias. ¿Por que sale tu casa? ¿Qué ha pasado? ¿Te han hecho algo? ¿A tus
padres? ¿A tu hermano? ¿Cómo estáis? ¿Lo sabe Keegan? Como se entere se va a
pillar un cabreo... Entonces, ¿estás bien?</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-María, María, tranquilízate. Estoy
perfectamente bien. Todos lo estamos. No pasó nada ni se llevaron nada.
Simplemente revolvieron un poco todo. Supongo que no encontraron nada valioso y
al ver que los había pillado se marcharon. Igualmente no me acuerdo de mucho.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-Bueno, la cosa es que estés bien.
Ya me pasaré a verte.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-Vale, gracias por llamar. Te dejo,
que mi madre me llama.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-Adiós, babe.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i><br />
</i>Colgué y respondí a mi madre.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-Cariño, no hace falta que vengas.
El policía irá esta tarde a nuestra casa. Los psicólogos de comisaría han dicho
que puede que tengas un trauma por lo que has pasado. La mayoría de jóvenes que
pasan por lo que tú has pasado terminan con una parte del cerebro afectado
durante toda su vida y...</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-Mamá, mamá. Ya, lo he entendido. Yo
no tengo ningún trauma, ¿sí? Pero vale, que vengan, así no me tengo que mover.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-Bueno hija, tu padre y yo vamos a
ir a hablar con los del seguro de la casa y luego vamos para allá.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>Te quiero.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-Y yo a ti.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i><br />
</i>—Ya no hace
falta que me lleves Keegan. La poli vendrá después aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Vale. Pues me voy ya a casa. ¿Estarás bien?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, no soy una niña.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Por si acaso. Adiós, pequeña -y salió por la puerta de entrada,
desapareciendo un par de casas más allá.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Subí a darme una ducha. Esa noche de
madrugada habían llegado mis padres muy, muy nerviosos por lo que había pasado.
Estuvieron acosándome durante un par de horas y por fin me dejaron dormir. Dos
horas después, sobre las siete, mi madre volvió a despertarme para avisarme que
iban a hacer varias cosas por lo sucedido y ya no pude dormir más. Y justo
cuando mis padres salieron por la puerta, entró Keegan tan agobiado que hasta
parecía que lo habían poseído, y se unió a la lista de personas trastornadas
por el tema del casi-robo. Luego las dos llamadas que había recibido, y
por fin un hueco libre para despejarme.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me sentí aliviada cuando noté el
agua fría recorrer mi espalda desnuda. Con todo el lío no había podido tener un
solo minuto de relax para aclarar mis ideas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">La noche anterior había descubierto
que el chico por el que había sentido tanto interés y el cual me hacía sentirme
tan intimidada con solo mirarme con aquellos ojos tan azules como el cielo era
nada más y nada menos que un delincuente que formaba parte del grupo más temido
y más famoso de toda la ciudad.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Pero no debería preocuparme,
¿verdad? ¿O sí? Es decir, es mi compañero... Supongo que debería preocuparme.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Pero en parte a penas he hablado con
él y bueno, digamos que no es una persona muy amigable...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Terminé de ducharme y me enrollé la
toalla al cuerpo. Pasé por el pasillo y entré a mi habitación. Abrí el armario
y cogí unos <i>shorts</i><b> </b>vaqueros, una camiseta blanca básica
de media manga y mis botines marrones. A pesar de estar en pleno febrero hacía
bastante calor. Supongo que por la contaminación y la capa de ozono.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me tumbé senté en mi cama y me miré
en el espejo de cuerpo entero que tenía justo al lado derecho de la misma.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Qué cara de muerta tienes, Nerea... –me dije a mi misma.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">En ese preciso momento oí un ruido
fuera de casa, pero aún así muy cerca de mí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Como por instinto, dirigí mi vista a
la ventana y al verlo allí plantando en el pequeño y estrecho balcón, mirándome
con una sonrisa de medio lado, ahogué un grito. Me quedé un rato ahí plantada,
sin saber qué hacer, hasta que pude distinguir cómo hacía señas para que le
abriese la ventana. Al principio me lo pensé, y dudé, pero como un impulso, le
hice caso, y entró.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Hey, princesa. Cuánto tiempo -dijo, mirándome de pies a cabeza
mientras se mordía el labio. No pude evitar sonrojarme, y me abofeteé
mentalmente por ello. Me sentía desnuda delante de él. Y no desnuda en el
sentido de quitarse la ropa, si no desnuda, como si pudiese mirar dentro de mí.
Como si pudiese adivinar mis miedos, mis problemas, como si pudiera darse un
paseo por mi mente y observar todos mis pensamientos como si nada. Adivinar mis
inquietudes.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué haces en mi casa?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Solo pasaba por aquí y me dije: voy a hacerle una visita a mi
dulce compañera de clase.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Cuánto tiempo llevas ahí?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Lo suficiente como para poder darme cuenta de que tienes una marca
de nacimiento en forma de pájaro en pleno vuelo en el costado derecho, justo
debajo del pecho —me sonrió.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Pervertido.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Tranquila, solo te faltaba la camiseta. No he visto nada.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—De qué querías hablar? –le pregunté, evitando el tema. Me senté de
nuevo en mi cama y él se quedó ahí, justo en frente de mi, apoyado en la pared
con sus fuertes brazos cruzados, sus profundos ojos azules clavados en mí y su
porte intimidante, a la vez que tremendamente atrayente.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Volví a pegarme mentalmente por
pensar tal cosa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Me he enterado de que la policía viene hoy a interrogarte por lo
sucedido anoche y...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Uo, uo, uo. Un momento, ¿cómo lo sabes? ¿Me espías? –él rió.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Más quisieras, preciosa. Tengo mis contactos. Estamos en todas
partes –me guiñó el ojo–.Y si no te importa, voy a seguir contestando a tu
pregunta. El caso es que –dio un par de pasos hasta quedar frente a mí y se
acuclilló, para quedar a mi altura. Seguía mirándome con esos ojos que impedían
desviarle la mirada– no puedes hablarle de cómo conseguiste que no te hicieran
nada. Y mucho menos que fui yo quien te salvó.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Por... por qué? –tartamudeé sin querer. Scott sonrió de medio
lado por ello. Muy bien, Nerea, oficialmente eres tonta. Te falta el diploma.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No puedo dejar que descubran que estoy en esa banda. Pasarían
cosas horribles... Y ni tú ni yo queremos que pase, ¿verdad? –posó su mano en
mi mejilla, y la acarició suavemente. Me estremecí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Por qué yo no quiero que pase? Ayudaría a disminuir todo el daño
que provocáis...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sé que harás lo mejor, princesa –dicho eso, se levantó y caminó
hasta el pequeño balcón, y de un salto, cayó al suelo. Fui corriendo hasta allí
para ver si estaba bien, y al mirar hacia abajo lo vi ahí de pie, como si nada,
mirándome–. Nos veremos pronto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y salió corriendo hacia la parte
frontal de mi casa. Allí lo perdí de vista, pero seguí mirando, sin saber por
qué. Un minuto después oí el rugir de un motor, y seguidamente, lo vi a él
pasar por la calle montado sobre una preciosa moto negra. Y como si a cámara
lenta sucediera, giró la cabeza hacia mí y, bajo el reluciente casco negro que
tenía puesto, pude intuir que me guiñaba el ojo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">El policía llevaba ya una media hora
en mi casa. Había hecho llamar a Álvaro y a mi hermano para tomarles
declaración también, pero los dos dijeron que no habían visto nada y que cuando
bajaron yo estaba sola y el salón completamente patas arriba.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">El agente no me había caído bien
desde que lo vi entrar por la puerta. Era joven, de unos veinte años. Alto, de
pelo castaño y ojos completamente negros. Era guapo, muy guapo, y lo que más me
repugnaba es que él lo sabía. Se le notaba demasiado que era un creído de los
gordos. Imbécil.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno, Nerea, ¿puedes contarme todo lo que pasó a noche?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Pues que entraron a robar y no se llevaron nada. Creo que eso ya
lo tienes más que aprendido –contesté cortante. Rió mirándome. Chulo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Eres dura, eh. Me gusta... Sabes que no me refiero a eso.
Cuéntamelo, anda, y terminemos rápido.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué pasa? ¿Te espera alguna tía en casa?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No, pero si quieres venir tú -borré la sonrisa prepotente que
había formado en mi cara.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Qué asco –espeté–. Pues me levanté de madrugada por culpa de
unos ruidos que provenían de la planta baja de mi casa. No sé qué hora sería.
El caso es que recordé que no había cerrado las ventanas y me asusté. Bajé con
el bate de beisbol que tengo en el armario de cuando jugaba en la liga infantil
y… me encontré allí a dos tíos revolviendo el salón y me entró miedo. Me olvidé
de la existencia del teléfono de la policía y los amenacé con usar el bate si
no se iban…<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Puedes describírmelos? –me preguntó.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, claro –dudé, intentando hacer memoria–… Uno de ellos, el más
alto, era rubio oscuro, con ojos pardos y tenía pinta de frecuentar mucho el
gimnasio. Tenía la mandíbula cuadrada y tensa. Y sonrisa de borracho, aunque en
realidad no iba ebrio –miré al castaño sentado a mi lado en uno de los
taburetes de la isla y rió–. Había otro más bajito y escuálido… con la misma
sonrisa. Tenía los ojos verdes y el pelo también rubio, pero más claro. Y luego…
–me callé.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué? ¿Había otro? –lo miré en silencio durante un par de minutos.
Recordé lo que había sucedido hacía apenas dos horas cuando Scott había entrado
sin aviso previo a mi habitación.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No… No había nadie más.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Segura?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Completamente.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Vale, bueno, ¿qué pasó después de que los amenazaras?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—El segundo me quitó el bate y el más alto me acorraló contra la
pared –el agente me miró, divertido. Decidí ignorarlo–. En ese momento me
imaginé las cosas más sucias que había imaginado en toda mi vida. Tenía miedo.
Cerré los ojos y luego… Nada. No estaban. Se fueron.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Tienes idea de por qué? –negué con la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Lo tengo todo borroso –mentí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Se quedó durante varios segundos
mirándome a los ojos. Estaba segura de que sospechaba algo de mí. No se creía la
historia por completo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—De acuerdo… Pues ya hemos terminado. Gracias –se levantó y se
dirigió hacia la puerta. Lo acompañé–. Si tenemos noticias te lo comunicaré.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Vale –abrí la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Nos veremos pronto, guapa –y se alejó, montando en el coche
patrulla.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Espero que no… –dije para mí, cuando ya se hubo marchado.<s><o:p></o:p></s></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Cerré la puerta, apoyé mi espalda en
ella y me dejé deslizar hasta quedar sentada sobre el suelo. Me llevé las manos
a la cara y suspiré.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Me alegra que no hayas dicho nada.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me sobresalté al escuchar una voz de
a nada. Levanté la vista inmediatamente y lo volví a ver, ahí delante de mí.
Imponente.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Pero, ¿qué haces aquí otra vez? ¿Y cómo consigues entrar? Deja de
invadir mi casa –me levanté del suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Eso no importa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, sí que importa. Me estás poniendo nerviosa. Y eso, en mí, no
es normal. ¿Por qué tuvisteis que entrar en mi casa?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No sabía que era tu casa. Además, te salvé, ¿no? Eso es lo que
cuenta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">No Scott, no es lo que cuenta.
Necesito saber que no me va a pasar nada. Que no le va a pasar nada a nadie.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Nerea, hazte un favor y deja de ver tantas películas –rió.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Estoy asustada –me abracé a mí misma.<s><o:p></o:p></s></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y es que le tenía miedo a él, no a
lo que había pasado esa noche, si no a él. A su persona, que ya de por sí era
amenazante. Pero a la vez, sentía un fuerte lazo que me invitaba a investigar
más sobre él. Era algo que me haría perder la cabeza en cualquier momento.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">De repente sentí dos manos posarse
en mis brazos, frotándolos de una manera que me reconfortó al instante.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Le miré a los ojos. Lo tenía justo
enfrente de mí. Y otra ola de sentimientos contradictorios me invadió. El roce
con su piel me hacía sentir segura, protegida. Pero al ver a Scott a los ojos,
me sentía intimidada, enana a su lado.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Escúchame Nerea, no soy un monstruo. Tienes que confiar en mí –me
dijo serio. Tardó un rato en dejar de mirarme.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Se separó de mí y me rodeó,
dirigiéndose hacia la puerta y abriéndola. Me giré para verle.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No vuelvas por aquí, por favor… –le pedí, clavando mi vista en su
nuca.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Dos segundos pasaron hasta que giró
para decirme:<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Lo siento –sonrió y salió, volviendo a marcharse en aquella
vistosa moto negra. Cerré la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Aquel “lo siento” no había sido de
disculpa por entrar sin permiso a mi casa. Yo lo había entendido muy bien.
Sabía que iba a volver, y se había disculpado por no hacerme caso.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y para mi sorpresa, sonreí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Supongo que, de alguna manera, el
saber que volvería a verlo me reconfortaba.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Subí a ponerme el pijama y una vez
me lo enfundé me quedé mirándome en el gran espejo al costado de mi cama.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Eres tan complicada, Nerea… Y tan rara… –me reí de mi misma–. En
fin.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6596499157731290464.post-48116076586407896952014-07-28T09:55:00.000-07:002014-12-25T15:31:23.254-08:00Capítulo 3.<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Al día siguiente desperté con un
dolor de cabeza de 'padre y señor mío'. No recordaba muy bien la noche
anterior, al menos no a partir de cuando empezamos a jugar a la botella.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Intentaba recordar, pero cada vez
que lo hacía un pinchazo me recorría todo el cerebro.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Estuve toda la mañana metida en la
cama, acurrucada bajo las sábanas, intentando no oír nada que pudiese vibrar
dentro de mi cráneo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Al medio día, sobre la hora de
comer, me decidí a despegar mi trasero del colchón y poner, por fin, los pies
en el frío suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Bajé las escaleras arrastrando los
pies. No tenía fuerzas para levantarlos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Buenos días,<i> Bella Durmiente</i> –me saludó mi madre
mientras preparaba sus maravillosos macarrones con tomate. Seguramente había
intuido mi presencia, dado que no había volteado a mirarme en ningún momento.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, buenos días.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Que cara de muerto llevas, hija –“comentó” ya mirándome.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Noche larga, y eso. Ya sabes.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Qué bien os explicáis los chicos de tu edad hoy en día. Dentro de
poco todo será 'ahá', 'sí', 'no' y 'bah'.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—'Patopollo' y 'pollopato' también son opciones –digo sentándome en
uno de los taburetes de la isla.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Ambas reímos. Otro pinchazo en el
cerebro.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">En ese momento entra mi padre por la
puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Buenos días, papá.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Le da un beso a mi madre y no me
contesta. Coge un vaso de zumo de naranja, se apoya en la encimera al lado de
mi madre y se me queda mirando.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Dónde estuviste anoche?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Pues invitaron a Keegan a la inauguración del nuevo parque de
atracciones que han abierto a las afueras, así que María y yo fuimos con él.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Solo estuvisteis montando en atracciones?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No, bueno, luego hubo una pequeña fiesta en uno de los locales de
dentro del parque.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Pues me alegro de que te lo pasases bien, porque hoy te toca hacer
de niñera de tu hermano.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué? ¿Por qué?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Tu madre y yo vamos a salir para celebrar nuestro décimo quinto
aniversario esta noche y tu hermano va a venir con un amigo a dormir a casa. Y
como comprenderás, no me fío ni un pelo –lógico–. Así que ahí entráis tú y
Keegan, que se ha ofrecido a ayudarte. Más os vale no dejar que quemen la casa.
Si lo hacéis bien, os daremos 10€ a cada uno.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Sólo 10? Un salario muy pobre para lo que vamos a tener que
aguantar, pero vale.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">A partir de ahí ya no hablamos mucho
más. Me tomé una pastilla para el dolor de cabeza -benditas pastillas- y me
acosté en el sofá a dormir. Ni siquiera comí. Sentía que si me metía algo al
estomago, iba a vomitar lo que no estaba escrito.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Desperté un par de horas más tarde,
sobre las cuatro y media de la tarde, por culpa del sonido del teléfono.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué? –pregunté en un tono seco, nada más descolgar.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Que simpática eres –me dijo mi prima sarcásticamente.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Lo sé. Apremia, anda.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno, bueno, no me muerdas. Encima de que te llamo porque hoy hay
rebajas durante todo el día en las Glorias y quería que me acompañaras...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Oh, guay. ¿Rebajas, por qué?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Yo qué sé. Creo que es el duodécimo aniversario desde que lo
inauguraron y pues lo celebran así.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Vale, pues me preparo y estoy lista en... –miré el reloj– ¿hora y
media?<s><o:p></o:p></s></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—A esa hora estoy allí. Adiós.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Chao.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Colgué.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Comuniqué mis planes a mis padres y
subí a cambiarme.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">A las nueve en casa, había dicho mi
padre.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Abrí mi armario y encontré una falda
de <i>cola de sirena</i> verde pastel y una camiseta básica de
palabra de honor negra con unas bailarinas. Un collar de flores, un brazalete
de oro discreto y un bolso color beige precioso.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me lavé el pelo, lo peiné, un poco
de espuma y lista.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Chuches.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Nada más llegar fui directa a
comprar chuches, y a revisar tiendas, muchas tiendas. Me compré solo un par de
vestidos, tres camisetas, una sudadera y unos pantalones cortos. Ah, sí, y otro
par de zapatos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Después nos sentamos en uno de los
bancos de la plaza donde está el reloj solar.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Ay, Nerea, encontré el dinero que te dejaste en mi casa. Toma.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Aquí sólo hay seis euros.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, bueno, no encontré más. Por cierto, ¿te gusta mi abrigo nuevo?
–dijo, acariciando la chaqueta marrón que llevaba puesta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Ya me devolverás esos veinte que han ''desaparecido'' –hablé,
mirándola mal.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Oye, mira a esos dos –señaló a un par de chicos que estaban
enfrente de una tienda de deportes hablando.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Cuando pude ver sus caras, me di
cuenta de que uno de ellos era Scott, vestido entero de negro.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Al otro chico no lo conocía. Era
rubio, y de ojos aparentemente marrones. De la misma altura que mi compañero de
clase. No lo había visto en mi vida, estaba segura, pero algo me decía que su
cara me sonaba. ¿Por qué? No lo sé. Era algo raro.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Ah, sí, el de pelo más oscuro va a mi clase.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Oh... ¿Así que solo tiene dieciséis años? No los aparenta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No lo sé, puede que haya repetido algún curso. Quién sabe. ¿Y por
qué me estás preguntando? ¿Acaso te importa?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Es que, que lo conozcas nos da puntos extra para acercarnos.
¡Vamos! –y me agarró antes de que yo pudiera quejarme. Antes de poder negarme,
ya estábamos al lado de los dos chicos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Hola, soy Aroa, la prima de Nerea. Ya sabes, va a tu clase. Es
esta de aquí –me señaló, y saludé sin ningún afán–. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Perdonadla, tiene un severo problema psicológico que no le deja
actuar de manera sensata y le empuja a acercarse a chicos desconocidos como si
nada, para dejar en ridículo a su prima delante del chico nuevo de su clase, el
cual es un borde desagradable con todo el mundo, por lo que he visto, y de su
amigo, que parece ser que es igual puesto que no se ha girado para saludar y
lleva enseñándonos la nuca todo el puñetero rato que llevamos aquí. Ya nos
vamos, eh. Venga, adiós –y cogí del brazo a mi prima, tirando de ella, dándoles
la espalda a los dos chicos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Uy, pues va a resultar que sí que hablas –oí detrás de mí. Me giré.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Perdona?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—En clase, que no hablas con nadie a no ser que sea para responder
a una pregunta del profesor.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Tú tampoco hablas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No tengo nada que decirle a los inútiles de nuestra clase. Resulta
que la única persona por la que he mostrado un poco de interés, es medio muda.
Y por cierto, te he visto mirarme de vez en cuando. Intenta no ser tan
descarada –me dijo, prepotente, levantando una ceja.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Bufé. Este chico me pone enferma.
Qué asco. Pero debo admitir que despierta en mí cierta curiosidad, y no entiendo
el por qué. Es algo que me pone muy nerviosa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Rió, al ver cómo yo me había quedado
sin palabras con las que poder responder.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno, Scott, ¿nos vamos ya o vas a seguir ligando? –preguntó el
rubio, apagando el cigarro que tenía encendido y dándose por fin la vuelta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y fue nada más ver su cara desde
cerca, cuando un flash me invadió la mente.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Sí, yo a ese chico lo había visto
antes, aunque no en persona.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Lo vi en una foto, cuando estuvimos
en la comisaría. El agente que hablaba sobre la banda a la que llevaban
persiguiendo desde hace tiempo, llevaba dos fotos en una mano. Él, su cara,
estaba en una de aquellas fotos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y se me heló la sangre en las venas
nada más acordarme.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Pálida.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Joder Josh, tranquilízate, no estoy ligando. Vamos, mírala, ¿quién
querría ligar con ella? –rió–. Por cierto, estás pálida. Ni que hubieses visto
un fantasma, ¿verdad? –me guiñó un ojo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Vete a la mierda –escupí las palabras, con desprecio.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Tranquila, pequeña. No seas tan borde –me acarició una mejilla.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No me toques. Acabas de insultarme. ¿De qué vas? –dije enfadada,
retirando su mano de mi cara.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Déjala Scott. Vamos, que nos están esperando –habló su amigo,
cogiéndole del brazo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Ya nos veremos, pequeña –y de nuevo, me guiñó el ojo justo antes
de darse la vuelta y marcharse.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¡No me vuelvas a llamar así!<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Wow, chica, que intenso ha sido todo esto. Me gusta ese chico, es
como muy misterioso.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Es gilipollas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno, pues al menos líame con su amigo, ¿no?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">La miré, sin entenderla. Si Scott es
así, Josh no será diferente. ¿Es que no se da cuenta? No hay remedio.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Mira, voy a pasar de ti. Llévame a casa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">A las nueve en punto ya estaba
tocando la puerta de casa, y Aroa ya se había ido.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Así me gusta, cielo, muy puntual –me dijo mi padre–. Tu hermano
está en el sótano jugando con Álvaro, y Keegan está haciendo prueba de nuestra
nueva ducha de hidromasaje. Según, hoy ha ido al gimnasio e iba sudado. Tu
madre y yo nos vamos a la cena. Que no se acuesten muy tarde. Buenas noches,
cariño –y salió por la puerta. Luego mi madre me dio un beso y repitió la
acción. Cerré tras ella.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me dirigí al sótano, para saludar a
los niños.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Hola, enanos –le di un beso en la frente a Javier, mi hermano, y
revolví el pelo de Álvaro.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Ya estás aquí? Buf.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí. A mí tampoco me hace gracia, pero es lo que hay. Lo mejor es
que a mí me pagan por soportaros a vosotros, y a vosotros, por soportarme a mí,
no. Bueno, me subo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Vas a ver a Keegan en la ducha?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Exacto. Es lo que más me apetece en este momento –contesté de
broma.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Qué asco, tío –soltó Álvaro.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Subí las escaleras hasta la planta
alta, donde estaban las habitaciones. Toqué la puerta del baño.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¡Keegan! ¿Sales? Tengo que quitarme las lentillas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Pasa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Entré. Él estaba tumbado en la
bañera, tapado por la cortina.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Has venido a contemplarme?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No te lo creas, Hobbs –le respondí, mientras me quitaba lo que
había dicho anteriormente y me ponía las gafas de pasta negras.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Pásame la toalla, anda.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y se la lió en la cintura, saliendo
de la bañera después.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No babees.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Tranquilo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Anduvo hacia mí y me dio un beso en
la mejilla.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno, me salgo y dejo que te vistas. En cuanto estés, baja a
ayudarme a preparar la cena.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y así hizo. Me puse mi pijama y
cuando estuvo preparada la cena, nos sentamos todos en la mesa del salón. Después
nos pusimos a hablar y a jugar los cuatro juntos al <i>monopoli</i> y
a más juegos de mesa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Al final no fue tan desastre la
noche. No como yo pensaba.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Estábamos viendo una película en la
tele cuando de repente informaron de una noticia urgente.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">-<i>La banda de jóvenes
que últimamente ha hecho notar su presencia en varias partes de la
ciudad, rompiendo y haciendo todo tipo de destrozos urbanísticos, ha
vuelto a hacer de las suyas. Esta vez se encuentran en la parte oeste de la
ciudad, cerca de la urbanización Los Rosales. Han quemado el parque infantil y
un hombre ha resultado herido al intentar detenerlos. Tengan mucho cuidado.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>Les seguiremos informando.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Esa urbanización está aquí al lado. A un par de calles...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, lo sé. ¿Cómo se atreven a hacer eso? Que se busquen otro
entretenimiento que no pueda costar vidas, coño.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Podemos salir a investigar? Eh, ¿podemos?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No Javier, no. Vosotros ya a la cama. Venga.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Jo –dijeron los dos mientras se marchaban.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Creo que me voy a quedar aquí a dormir.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No es necesario, Keegan. Ya no hay que controlar a estos dos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Es por sí a la banda esa se les ocurre venir por aquí. He oído que
les gusta visitar a la gente por la noche y coger cosas prestadas, y si alguien
se lo impide acaba en el hospital. No me gustaría que os hiciese nada a ninguno
de los tres...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Tranquilo, no va a pasar nada. Tu madre está sola en casa. Corre
con ella.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno, pero cerrad ventanas y puertas con pestillo, y todos los
sitios por donde puedan entrar, ¿me escuchas? Pega un grito si me necesitas
–nos levantamos del sofá.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Ya. No te preocupes más.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno, tu hazme caso –recogió su cartera del suelo y lo acompañé a
la puerta–. Nos vemos mañana.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me dio un pequeño beso en los
labios, y salió del porche, dirección a su casa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">No os asustéis. Muchas veces entre
nosotros nos despedimos o saludamos así, con un pico. Con María también se daba
besitos. Nosotros siempre hemos dicho que los picos deberían ser entre amigos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Entré de nuevo a casa y cerré la
puerta con los dos pestillos que tenía.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Volví al salón y volvieron al tema
de la banda callejera esa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Mostraron una imagen que me llamó
mucho la atención. En ella salían varios de los chicos huyendo justo después de
haber huido del parque que habían quemado. Se podían distinguir un par de caras
de chicos que se habían quedado atrás. Una de ellas, del rubio de esta tarde,
Josh, me parece que se llamaba.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">No me sorprendí, pero aún me
impactaba la noticia. ¿Significaba que Scott también estaba implicado en esa
banda? Me estremecí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Otra vez Scott. Desde que lo vi por
primera vez no había hecho más que darle vueltas a la cabeza sobre cómo sería
en realidad.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Recordé nuestro encuentro de esa
misma tarde.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">''Resulta que la única persona por
la que he mostrado un poco de interés, es medio muda'', había dicho. Se refería
a mí, ¿no? Y me sorprendió que, a pesar de la forma tan despectiva en que lo
había dicho, noté cómo los colores se me subían a la cara, y cómo se me formaba
un nudo terrible en el estomago.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">''Por la que he mostrado un poco de
interés''.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Decidí apagar la tele y dejar de
pensar en todo lo relacionado a Scott, a su amigo y a la banda esa. Subí a
dormir y tardé un rato, hasta caer sin darme cuenta en los brazos de Morfeo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Esa misma noche desperté por un
ruido procedente de la planta baja. Escuché voces susurrando, y sofás
arrastrando por el suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Miré a mi ventana.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Mierda. Se me olvidó cerrarlas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Cogí el bate de béisbol que guardaba
en mi armario de cuando jugaba en la liga infantil del colegio, y bajé, lenta y
silenciosamente por las escaleras. Y ahí estaban, dos chicos vestidos de negro,
revolviendo toda la sala.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¡EH! ¡Fuera de mi casa!<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Oh, vaya, vaya. Una niñita con un bate... –habló uno, parando su
acción. Era alto, de rasgos fuertes, ojos pardos y pelo rubio oscuro.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué queréis? ¡Iros! No tengo miedo de usar el bate –que tonta
soy.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Ya, claro –hizo una señal con la mano y, el chico que más cerca se
encontraba de mí, cogiéndome por sorpresa me arrebató el artefacto de las
manos–. Bueno cariño, ahora estás indefensa. ¿Qué piensas hacer? –decía, en
tono amenazador mientras se acercaba a mí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Fuera de mi casa... –les ordenaba, inútilmente, mientras me
alejaba de él andando hacia atrás.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Vamos cielo, no siempre nos encontramos a una chiquilla joven sola
en casa cuando entramos a robar. Déjanos divertirnos un poco, eh.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Choqué contra la pared, y él seguía
acorralándome. Acarició una de mis mejillas, ya húmeda por la primera lágrima.
Tenía miedo. Nunca había estado en una situación similar en mi vida, y estaba
asustada. ¿Cómo actuar?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Rezaba por un milagro.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y apareció.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Pude oír, pero no ver puesto que
tenía los ojos fuertemente cerrados, cómo alguien entraba de un salto por la
ventana y se acercaba a nosotros.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Déjala en paz, Jack.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Vamos Scott, déjame divertirme un rato.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">¿Scott?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¡Te he dicho que la sueltes! ¡Ya!<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Agua fiestas –y soltó su mano, que presionaba fuertemente mi
cuello contra la pared sin llegar a ahogarme, y la otra, situada en mi cintura.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Caí al suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Tardé un rato en abrir los ojos,
solo cuando tuve la certeza de que los dos que había descubierto en un principio
se habían ido.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Vi unas piernas delante de mí, y
subí la vista, para encontrármelo a él. A Scott. Al Scott que esa misma tarde
había visto en el centro comercial.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me tendió la mano. La agarré y me
ayudó a incorporarme.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—La próxima vez no bajes si oyes ruido y llama a la policía.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Yo...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Te ha comido la lengua el gato, princesa? –rió.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Por qué has hecho eso?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Tardó bastante tiempo en responder.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No lo sé ni yo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Por qué estás en esa banda? ¿Qué placer te produce hacer daño? No
lo entiendo...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No es asunto tuyo. Y no es placer, créeme, pero tengo mis razones.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Ah, ¿no? ¿Y cuáles son?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Me voy. Adiós –y volvió a salir corriendo, con un salto por la
ventana.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y me quedé ahí parada. Sin poder
reaccionar. Como una auténtica idiota.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Dirigí mi mirada hacia las
escaleras. Allí estaban mi hermano y Álvaro, con los ojos cristalinos y la boca
abierta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Javier bajó corriendo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué ha pasado? –me preguntó.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Eso quisiera saber.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Quién era ese chico?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">No respondí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Te han hecho daño?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No, Álvaro, todo está bien –le respondí al joven de catorce años,
que ya estaba al lado nuestro–. Subid a seguir durmiendo. No volverán a entrar.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Estás segura?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Miré hacia la ventana por la que
anteriormente había salido Scott. Aquel chico que, al parecer, guardaba muchos
más secretos de los que jamás me habría podido imaginar. Y que, ahora,
despertaba mucha más curiosidad en mí de la que podía haber tenido
anteriormente.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6596499157731290464.post-42806670461815517872014-07-01T12:15:00.001-07:002014-12-25T15:31:30.369-08:00Capítulo 2.<div dir="ltr">
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Desde luego... No podemos dejarte solo ni un momento –habló María
limpiándole las heridas de la cara–. ¿No sabes asistir a una fiesta sin que
hayan golpes de por medio?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¡Pues si no es culpa mía! –dijo Keegan, quien no hacía más que
quejarse al notar el algodón que le ponías la morena en las heridas, impregnado
de alcohol–. Las culpables son las tías que se me acercan, que se olvidan de
repente de que tienen novio. Y claro, luego llegan ellos y se arma la de Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Pero tú sabes perfectamente lo que pasa siempre –le repliqué,
mientras llegaba y me sentaba a su lado tomándome un zumo de uva. Estábamos en
una zona donde apenas había nadie, en una esquina de la sala–. Eres como un
imán para las chicas con pareja. ¿Acaso no sabes preguntar si tiene novio?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Me parece demasiado atrevido por mi parte. Sería muy... de
imbécil.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Imbécil? Oh, bueno, en ese caso, mejor que te desfiguren la cara
tíos de dos metros de alto –ironizó mi amiga mientras terminada de curarle.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Keegan ya iba a replicar, cuando
escuchamos que la música paró y una chica gritaba desde la puerta de entrada.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¡LA POLI!<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">En ese momento todos empezaron a
correr, intentando salir del lugar. Entre María y yo cogimos al rubio para
ayudarle a andar, pasando sus brazos por nuestros hombros. En realidad, no
sabía exactamente el por qué de huir, pero supuse que alguien se había quejado
del ruido.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Cuando ya estábamos avanzando por el
jardín principal, nada más salir por la puerta, la policía llegó con los coches
patrulla, arrestando a varios adolescentes que estaban en la fiesta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Nosotros incluidos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">María no paraba de dar vueltas por
toda la celda en la que nos habían encerrado. Había hecho más preguntas que un
test para sacarte alguna licenciatura o alguna encuesta, donde cada pregunta
era más absurda que la anterior y los agentes habían pasado completamente de su
cara - por pesada, más que otra cosa -, lo que hacía que se alterase más.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¡Abridnos! ¡No hemos hecho nada! ¡¡Exijo un abogado!! –exageraba,
dándole a los barrotes de la celda con una taza de metal que había allí. Como
en las películas, tal cual.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿No puedes decirle a tu amiga que se calle un rato? –me preguntó
Oscar, compañero mío de clase. Nos conocíamos desde primaria, pero nunca
habíamos sido íntimos amigos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—<s> </s>No se va a callar. Ya lo he intentado. Pero
bueno... –me acerqué a la ahora histérica de mi amiga–. María, escúchame: ya he
llamado a mi prima. Vendrá en seguida, así que... ¡CÁLMATE!<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Se tiró al suelo, aún agarrada a los
barrotes y se puso a gesticular en silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me puse a hablar con varias amigas
que estaban allí con nosotros, cuando escuché, inconscientemente, una
conversación telefónica que estaba teniendo uno de los policías que había en
comisaría.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Al parecer, y por lo que pude
entender, se les habían vuelto a escapar alguna especie de banda que llevaban
mucho tiempo intentando dar caza: un grupo que se dedica a hacer destrozos en
sitios públicos de la ciudad y alrededores.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">No tenía ni idea de por qué me había
parado a escuchar esa conversación, ni por qué se me había erizado el bello de los
brazos nada más oírla.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">En ese momento entró mi prima por la
puerta de comisaría. Fue atendida por un agente, pagó la pequeña fianza por
nosotros tres y salimos de allí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Es increíble que haya tenido que pagar yo vuestra fianza –nos
replicó, visiblemente enfadada–. Me ha dicho el comisario que os detuvo porque
un vecino de la casa donde estabais de fiesta avisó de que había jaleo: peleas
y música muy alta. Que esa es otra, ¿qué hacíais en una fiesta un lunes por la
noche? ¡Son las dos de la mañana! A veces parecéis críos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><s> </s>—Deberías
relajarte, Aroa, solo tenemos dos años menos que tú. A los dieciséis tú también
hacías estas cosas, y sigues haciéndolas –dijo Keegan.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¡No estamos hablando de mi! –Admitió, indirectamente, mi prima,
mientras conducía en dirección a casa de María–. Bueno, esto ha sido una
tontería. Nadie tiene por qué enterarse de esto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Entonces, ¿no se lo dirás a nuestros padres? –preguntó la chica
que momentos antes había estado al borde del pánico.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Mis padres me habían mandado un mensaje
avisándome de que la cena se alargaría y que llegarían sobre las cinco o las
seis de la mañana. Así que como ya habíamos dejado a cada uno en sus casas,
Aroa decidió quedarse a dormir en la mía.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">El día siguiente transcurrió normal:
clases aburridas, recreos animados, más clases aburridas... En lo que sí me
fijé fue en que el nuevo compañero no había aparecido por el instituto. Nada
más el pensar qué estaría haciendo me daba una sensación de intranquilidad que
ni yo misma podía explicar. Una intranquilidad absurda, ya que no sé ni por qué
pensé en él, ni por qué me puse tan tensa por el hecho de que no estuviese en
clase. Podría haberse puesto enfermo, haberse despertado tarde y haber decidido
no ir. ¡Quién sabe! A lo mejor es un vago.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Decidí dejar de calentarme la cabeza
por ese chico.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Al terminar las clases, Aroa vino a
comer a casa. Mis padres y mi hermano estuvieron preguntándole cosas varias, y
cuando terminamos nos pusimos a hacer los deberes.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Oye, Nerea, ¿te apetece venir a la casa de la playa hoy? Dicen que
esta noche hay lluvia de estrellas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Oh, bueno vale –sonreí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Puedes invitar a Keegan y María. Dudo que haya alguien que
conozcas allí. Aunque... No te vendría mal relacionarte con alguien más.
Pareces autista.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Ja, ja, ja. Eres muy graciosa, pero no necesito relacionarme con
nadie más.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Eran las siete de la tarde cuando
llegamos a la playa, rodeada de casas preciosas, una de las cuales era la que
usábamos la familia cuando nos íbamos de vacaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Hundimos nuestros pies en la suave
arena y andamos hasta encontrar un sitio perfecto donde podíamos ver
perfectamente el precioso cielo ya oscurecido.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">La playa estaba llena de gente,
haciendo hogueras, jugando y riendo. Habían niños pequeños cantando canciones
como si de un campamento se tratara y otros que ya se habían quedado dormidos
en las toallas y esterillas extendidas en la arena.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿A dónde vas? –pregunté a Keegan, mientras se levantaba de su
silleta de playa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—A preguntar si puedo jugar yo también –me contestó, señalando a
unos niños que se perseguían. Me lo quedé mirando con cara de no haberme creído
la tontería que acababa de decir–. Es broma. Voy a preguntarle a esos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Eran unos chicos de unos diecisiete
años que se encontraban unos metros más allá de nosotros jugando a las palas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Uo, uo, uo. ¡Espérame Keegan! –exclamó María levantándose de su
asiento. Le habían llamado la atención aquellos chicos. Y como para no
llamarla. Uno de ellos, el más alto, era pelirrojo de ojos azules, con una
sonrisa que relucía incluso en la oscuridad y, ¿por qué no decirlo?, estaba muy
bueno.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">El otro era un poco más bajo, de
pelo castaño y ojos marrones, y no se quedaba corto en cuanto a buenos
abdominales.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Poco después mi prima se tuvo que ir
a no-sé-qué-sitio. No me lo quiso decir. Lo que si me extrañó fue su comportamiento.
Estaba un tanto nerviosa. En realidad, empezó a comportándose raro desde que
recibió una llamada segundos antes de marcharse, aunque no me preocupé mucho
por ello.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">La noche transcurrió tranquila:
vimos la lluvia de estrellas, María se hizo bastante amiga del chico de pelo
castaño -Alejandro, se llamaba. ''Alex para los amigos'', había dicho-, mi
prima había venido justo cuando los primeros pequeños astros surcaban el cielo
de punta a punta hasta desaparecer por el horizonte...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Después, sobre las diez de la noche
llegamos a casa, y lo que sucedió a lo largo de toda esa semana fue rutina y
más rutina.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Hasta el viernes, todo fueron
deberes, comer y dormir. En el instituto todo transcurrió normal, aunque una
vez me tuvieron que llevar al despacho del director por haber tenido una
especie de disputa a mano abierta con una chica de mi mismo curso que se me
había puesto prepotente por haberse tropezado con mi pie sin querer, diciendo
que le había puesto la zancadilla a propósito. Si, anda. No tengo yo mejores
cosas que hacer.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">De lo que sí me di cuenta fue que
Scott, el nuevo, solo vino el jueves a clase, y estuvo como el primer día que
se presentó: con la cabeza en otro lado.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">¿Pero por qué me preocupo yo tanto
por eso? Ni que debiera importarme lo que haga o deje de hacer ese chico, que
al parecer era un poco distante y pasota, además de un chulo engreído. Al menos
por lo poco que había visto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Ese mismo viernes, invitaron a
Keegan a la inauguración del nuevo parque de atracciones a las afueras de la
ciudad. Le habían regalado tres entradas y nos propuso ir con él. Además de
montarnos en las atracciones, después habría otra parte de la inauguración que
se haría en un bar-cantina que había justo en el centro del parque. Habría
bebida, comida y baile, así que nos pareció un buen plan de principio de fin de
semana.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me vestí con una camisa negra básica
sin mangas abrochada hasta el cuello, metida por debajo de unos pantalones
blancos de encaje, y como calzado, unas sandalias romanas negras hasta el
tobillo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">A las ocho Keegan pasó por mi casa
para recogerme, cogimos un bus hasta la de María y, de ahí, nos montamos en un
taxi hasta el parque de atracciones.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">En la puerta nos encontramos con un
hombre tan alto y fuerte como una estantería de roble, quien nos recogió las
entradas y nos dejó paso hasta el interior del recinto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Una vez dentro, me quedé parada
mirando a todas partes, observando todos los <i>cachivaches</i>, como los
llamaba mi abuela, porque desde siempre me ha maravillado subirme a aquellos
trastos y sentir la adrenalina manifestándose como un leve cosquilleo en mi
estómago.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Cuando salí de mi un tanto absurdo
asombro, dando botes de emoción, agarré de los brazos a mis amigos mientras los
arrastraba a ambos hacia la primera tracción que allí se encontraba.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Sobre las once de la noche, ya
habíamos recorrido las tres cuartas partes del parque, repitiendo en las
atracciones que más nos gustaron, y, aunque las demás habían estado bien, por
fin llegamos a la que yo había estado esperando durante toda la noche. La había
visto en el folleto que nos habían dado nada más llegar, y dado que es la
atracción estrella y además, las críticas de los hombres que ya habían montado
para comprobar su estado y de los críticos que también habían subido a ella,
eran extremadamente buenas, habían hecho de mi un manojo de nervios, ansiosa de
comprobar en mis propias carnes cuán emocionante era.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>Il grido del diavolo</i>, ''El grito
del diablo'' en Italiano.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Puedes parar de dar botes? ¡Me estás poniendo nervioso!<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Uy, vale rubio, perdona –me disculpé–. Es que estoy entusiasmada.
¡Quiero subir ya!<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Cállate ya, que al final nos echan por tu culpa. O a lo mejor,
incluso no nos dejan subir por si acaso te das un golpe en la cabeza y tu
discapacidad crece.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué discapacidad? –le pregunté, dubitativa. Hizo una mueca
graciosa, torciendo los ojos poniéndose bizco y con las manos cruzadas en su
pecho como si tuviese las manos engarrotadas–. Ja, ja, já. Muy gracioso, pero
que tú seas retrasado no quiere decir que los demás lo seamos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">De los tres que habíamos venido,
solo mi amigo de ojos azules y yo habíamos entrado a la cola para subir a la
atracción. María había decidido quedarse en la entrada esperando porque le dio
miedo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Mientras esperábamos nuestro turno
para poder subir, me fijé en un chico que estaba de perfil unas personas más
allá de nuestra posición. Por la luz de las farolas, que iluminaban levemente
el lugar donde se formaba la cola, pude ver que el chico tenía unos ojos azules
preciosos, los cuales me quedé mirando fijamente de forma inconsciente durante
unos segundos, y un pelo negro como el azabache, complementado por un gorro de
lana estilo americano de color anaranjado. En realidad, no me di cuenta de
quién era hasta que se dio la vuelta completamente, posando sus profundos ojos
en los míos. Scott. Me puse nerviosa en cuanto establecimos contacto visual.
Cada vez que lo miraba me pasaba lo mismo. Eran como una serie de sentimientos
contradictorios dentro de mí: por una parte, sentía un poco de miedo, cosa que
no podía entender; por otra, sentía mucho interés por conocerle, otra cosa que
no entendía, porque no soy de meterme mucho en la vida de los demás; y por
otra, algo parecido a atracción. Todo inexplicable para mí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Mientras pensaba todo aquello, ya
nos habíamos montado en los asientos de aquella monstruosa atracción, tan alta
como el edificio más grande de toda Cataluña y con tantas curvas como la pista
de carreras más difícil de todas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Acabamos por repetir una vez más y,
cuando dieron las doce ya nos habíamos montado en todo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Cuando llegamos a la fiesta, había
una cantidad de gente bailando por todo el local impresionante. Otra mucha
estaba en la barra tomando algo, y otra mucha ya estaba medio pedo, riéndose a
más no poder.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Por dios, solo lleva diez minutos abierto este sitio y ya hay
gente vomitando –dijo María, con cara de asco. Se había puesto un vestido azul
marino ceñido a la cintura con un lacito del mismo color donde empezaba a
abrirse, haciéndole un vuelo precioso. Llevaba el pelo suelto y con su rizado
natural. Como calzado había elegido unas bailarinas negras, y había decorado
sus pestañas con rímel, que resaltaba sus ojos marrones oscuros.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Pasados unos treinta minutos ya
había perdido a mis dos acompañantes, como pasaba siempre. Me había quedado
sola.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Decidí acercarme a la barra y pedí
un <i>Cosmopolitan</i>.<i> </i>Me senté en uno de los taburetes
anclados al suelo y observé cómo toda esa gente bailaba entre el bullicio que
ellos mismos formaban. Sinceramente, para bailar, yo prefiero un espacio más
libre, sin tanta gente pisándome cada dos por tres.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">En cuanto terminé mi bebida me
dirigí al baño, ya que llevaba todo el día sin ir. Mi vejiga estaba a punto de
reventar, cuando, delante de mí, a pocos metros del baño, diferencié a mi
derecha a Aroa sentada en uno de los sillones rojos pegados a la pared. Pero no
estaba sola. Estaba sentada justo al lado de un chico bastante atractivo, de
unos veinte años de edad y con el pelo un poco largo y rubio, aunque no pude
ver mucho más, porque me quedé completamente helada. Había pensado en acercarme,
pero rechacé la idea al instante en el que los dos individuos comenzaron a
besarse como si no hubiera un mañana.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Di un paso hacia atrás. No quería
estropear el momento, y bueno, también me daba un poco de asco, siendo sincera.
Soy rara. Siempre lo he sido en ese aspecto, así que retomé mi camino hacia el
baño.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">La noche pasó rápida. Al final acabé
encontrando a María, quien se quedó conmigo el resto de la fiesta. Bailamos y
conocimos gente. Vimos a Keegan una vez cuando pasaba por al lado de nosotras. Llevaba
a una chica rodeada por los hombros con su firme brazo. Nos guiñó un ojo y
siguió hacia delante, desapareciendo por el baño de los chicos, aún con la tía
esa. María y yo nos miramos y supimos perfectamente lo que iban a hacer
aquellos dos ahí dentro, así que decidimos dejarlo pasar. Solo llegamos al
acuerdo de que si se metía en una pelea más, esta vez no intervendríamos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Nos alejamos de ahí para más
precaución y fuimos con un grupo de gente que estaban jugando en una esquina
del establecimiento a un juego por grupos.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Habría que divertirse de alguna
manera el resto de la noche.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
</div>
Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6596499157731290464.post-52375129409959564042014-06-24T08:39:00.001-07:002014-12-25T15:31:38.090-08:00Capitulo 1.<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>''If you ever find yourself stuck on
the middle of the sea,</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>I'll sail the world to find you.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>If you ever find yourself lost in
the dark and you can't see,</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>I'll be the light, to guide you...''</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i><br />
Count On Me </i>de Bruno Mars resonó por todo el salón.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me levanté de uno de los taburetes
de la isla de la cocina y salí de ella, pasando a la habitación de donde
procedía la música.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Encontré mi móvil debajo de uno de
los cojines del sofá y atendí a la llamada. Después de comprobar que era la
misma llamada de todos los días procedente de mi prima para decirme que estaría
en la puerta de mi casa en cinco minutos, colgué.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Volví a la cocina, me terminé los
cereales con leche que estaba desayunando, me lavé los dientes y salí al
porche, con mi mochila a la espalda y el Smartphone en el bolsillo del
pantalón. Bajé los tres escalones que me separaban del suelo y me subí al <i>Seat
Mii</i> rojo de Aroa, mi prima.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿No crees que eres demasiado mayor para estar escuchando a los
Cantajuegos? –le pregunté con una sonrisa en la cara mientras cerraba la puerta
del copiloto y me ponía el cinturón.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">El caso es que mi prima, aún
teniendo dieciocho años, seguía siendo muy infantil. De hecho, toda su vida
había sido así.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Oh, buenos día Aroa, ¿cómo has amanecido en esa hermosa mañana de
marzo? Bien, ¿y tú? Perfecta, gracias –ironizó, entablando con ella misma la
típica y sosa conversación que podríamos haber tenido–. Bueno, que me gustan
estas canciones –me respondió al fin.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Llegué a la puerta después de
haberme despedido de mi prima.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Ella tenía dos años más que yo, por
lo que ya estaba terminando bachiller. En mi instituto, veréis, el bachillerato
y la E.S.O se cursan en dos edificios distintos pegados uno al otro, lo cual no
entiendo, ya que todo está dirigido por el mismo personal.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Subí las escaleras hasta el segundo
piso, y entré en una de las puertas del pasillo del fondo, donde tocaba dar mi
primera clase del jueves: Física y Química. Y no, no se me da muy bien, por lo
que era una clase que se me hacía eterna, sobre todo si era a primera hora.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Abrí la puerta y me senté en mi
sitio, colocando mi mochila encima de la mesa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">El maestro, como siempre, tardaba un
rato en llegar, así que decidí sacar el móvil y mandarle un WhatsApp a María,
buena amiga mía, y de las pocas que tengo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">-<i>Hey, ¿dónde estás? No te he
visto al llegar. -<b>08:10</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-</i>María<i>: Estoy en mi casa.
Me he despertado esta mañana con un dolor de cabeza catastrófico. -<b>08:11</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-¿Y qué haces con el móvil, eh? -<b>08:11</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-</i>María: <i>Responderte,
lumbreras. Es que me importas tanto que no quiero que hables sola. -<b>08:12</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">-<i>Sí, ya… bueno, el amargado este
ya ha llegado. Voy a ver qué tortura me hace pasar esta mañana. Ale, hasta
luego. -<b>08:13</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i>-</i>María: <i>Que penita
das. Luego hablamos, kisses. -<b>08:13</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><b><i><br />
</i></b>Guardé el móvil de nuevo en mi bolsillo y saqué los deberes.
Estuvimos así durante una media hora, hasta que llamaron a la puerta. El
maestro asomó la cabeza y salió al pasillo, cerrando la puerta tras de sí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Como siempre, se oyeron murmullos
por toda la clase, hablando de sus cosas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Yo le pregunté a Elisa, mi compañera
de mesa, un par de cosas, hasta que volvió a entrar el maestro y se dirigió a
toda la clase.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Un poco de silencio, por favor –el ruido cesó–. Gracias. Quiero
presentaros a un nuevo compañero de clase.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">En ese instante apareció un chico
alto, de piel morena como si de alguien que hubiese vivido toda su vida en la
playa se tratase, pelo negro y ojos de un azul claro e intenso, tan profundos y
misteriosos como el mar. Iba vestido con una camiseta básica azul oscura, unos
pantalones anchos caídos vaqueros negro y unas zapatillas DC negras altas. Todo
eso rematado con unas gafas de sol negras en su cabeza. Me llamó mucho la
atención.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Se llama Scott Parnell y espero que lo tratéis lo mejor posible
–nos comentó–. Puedes sentarte en el sitio que hay al lado de Carlos, allí al
fondo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">El nuevo compañero se sentó donde el
maestro le indicó.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">La clase pasó lenta, como de
costumbre, al igual que todas las demás. Cuando al final pude salir de aquella
cárcel, hablé con mi prima y le dije que no hacía falta que me llevase a casa,
ya que había quedado con María para comer en su casa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¡Hey, hey, hey! –me saludó una voz a mi izquierda.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Levanté la cabeza y sonreí al ver
quién era.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¡Keegan! –me levanté del banco en el que estaba sentada, justo en
el jardín de la acera de enfrente del instituto. Me abracé a él y nos volvimos
a sentar en el banco.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Keegan es mi mejor amigo, bueno,
aparte de María. Es rubio medio oscuro y tiene los ojos de un azul precioso
súper claro. Lleva unas dilataciones no muy grandes en cada oreja y un<span class="apple-converted-space"> </span><i>piercing</i><span class="apple-converted-space"> </span>de cruzado en la parte inferior del
labio. Siendo sincera, si sumamos eso a su imponente altura y a su muy bien
trabajado cuerpo, es uno de esos chicos por los que pagarías solo porque te
mirase. Le conozco desde que tenía seis años, cuando llegó nuevo a mi escuela.
Él nació en California y a esa edad se vino con su madre a España, instalándose
aquí, en Barcelona. Su madre y la mía se hicieron muy amigas y desde entonces
no nos hemos vuelto a separar. Es de la pocas personas que valen de verdad la
pena.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Dime –me dio una magdalena con trocitos de chocolate de esas que
hacía su madre tan ricas–, ¿cuál es el plan para hoy?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Comeremos en casa de María, haremos los deberes e iremos de
compras –sonreí. Sabía que eso de ir de compras no le entusiasmaba, y mucho
menos si era con nosotras. ¿Por qué? Bueno, digamos que siempre poníamos de
excusa sus enormes brazos para que transportase las bolsas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Oh, por dios, ¿no tengo otra opción?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—No. Así que vamos, levanta, que María nos espera –dije,
despegándome del banco y tirando de él. Me miró con cara de muerto y se acabó
por levantar él solito.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Llegamos a la casa de nuestra amiga
diez minutos después.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Una vez ya hubimos comido, nos
fuimos a su cuarto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Dios, que macarrones hace tu madre... –habló Keegan tumbado en la
cama de María, frotándose la barriga–. ¡Son obra de Dios!<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¿Es necesario que digas eso todas –preguntó ella enfatizando la
palabra “todas”– las veces que comas en mi casa?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—¡Sí!<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Estuvimos jugando a la <i>Play
Station </i>toda la tarde, además de terminar los deberes.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Después de andar durante hora y
media por tiendas y haberme gastado casi toda la paga de la semana anterior,
paramos a tomarnos algo en una terraza de un bar de Las Ramblas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Cuando terminamos, acompañamos a
María a su casa y Keegan y yo nos fuimos. Nuestras casas estaban en la misma
calle, apenas nos separaban un par de viviendas más, por lo que solíamos estar
mucho tiempo juntos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Esa noche mis padres tenían cena de
trabajo y mi hermano se había quedado a dormir en casa de uno de sus amigos,
por lo que me tocaba quedarme sola en casa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Ya había planeado todo para la
noche: película, sofá, palomitas y mi mantita de Tom y Jerry.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Acababa de salir de la ducha cuando
me llegó un WhatsApp de una compañera de clase:<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">-Claudia: <i>Atención: Os
informo que hoy hay fiesta en mi casa a partir de las 23:00. Os espero a todos
y no admito un 'no' por respuesta. Hasta lue'.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><i> PD: Acordaos de traer comida.
-<b>21:06</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me quedé mirando el teléfono. ¿Una
fiesta, tan tarde, un lunes?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Mientras me secaba el pelo estuve
meditando un rato, hasta que decidí que debía ir, ya que aunque no hubiera
habido fiesta, me habría acostado tarde igualmente.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">-<i>¿Qué te piensas poner para la
fiesta? -<b>21:20</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">-María: <i>¿Tú también vas? En
ese caso, no sé qué me pondré. Ahora empezaré a remover el armario a ver qué
encuentro. -<b>21:21</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">-<i>Va. Paso a por ti a las 22:45.
Como no estés lista, me voy sin ti. -<b>21:21</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">-María: <i>Que sii... Voy a ver
si se viene Keegan. Nos vemos todos en mi casa a esa hora. Chaitoooooo. -<b>21:23</b></i><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><b><i><br />
</i></b>Salí del baño, envuelta en mi toalla rumbo a mi habitación.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Después de diez minutos decidiendo
qué ponerme, al final me decanté por un vestido casual blanco a medio muslo con
un cinturón marrón finito. Elegí unos botines de cuña negros y como abrigo, una
rebeca también negra.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Cuando llegamos al <i>chalet </i>de
Claudia nos quedamos delante de la fachada, mirándola fijamente. Habíamos ido
más veces pero siempre impresionaba. Era muy grande, y si le sumamos la
cantidad de luces de colores que salían por las ventanas y por la puerta
principal, además de la música que se oía desde un par de calles a lo lejos...
Pues eso. Es una casa preciosa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Entramos y estuvimos hablando con
mucha gente, la mayoría de nuestro mismo instituto. Bebimos y bailamos, y
algunos incluso ligaron.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Con ''algunos'' me refiero a Keegan
y María.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Keegan llamaba la atención de todas
las chicas, gracias a su maravilloso físico, aunque una vez lo conocías, eso no
era lo único que te llamaba la atención, pues es el chico más dulce, amable, y
a la misma vez sexy que he conocido en mi vida. Y sí, lo sé, es mi mejor amigo,
pero tengo ojos en la cara.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y María no se quedaba atrás. Ella
también llevaba a todos de cabeza. Es morena, de pelo rizado largo y castaño
oscuro, al igual que sus ojos, muy, muy profundos. Además: simpática, con una
sonrisa encantadora, lista y con sentido del humor. Cualquiera le podría haber
tenido envidia.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y claro, luego estaba yo: una chica
de pelo rizado, castaño y ojos marrones claritos con toques amarillos y un
cuerpo con unas pocas curvas más de las que me gustaría. Es decir, no me veo
como una foca, pero adelgazar cinco kilos no me mataría. Pero bueno, intentaba
no deprimirme mucho por ello.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Estaba sentada en una mesa tomando
algo, cuando, al otro lado del salón, vi al nuevo chico de clase. Estaba
sentado en uno de los sillones individuales que rodeaban la mesita de cristal
donde reposaban varias copas de toda clase de bebidas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">A su lado había dos chicas
intentando entablar conversación, pero él parecía totalmente ajeno. Hubo un
momento en el que las chicas se cansaron y pude intuir que le decían un par de
palabras groseras antes de marcharse y dejarlo solo. Tenía el rostro serio y
relajado, y miraba a todas partes, examinando el gran recibidor, que se había
convertido en la pista de baile, y a los que bailaban en ella.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Hubo un momento en el cual nuestras
miradas se encontraron, pero conseguí desviarla.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Me quedé paralizada.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Cuando ese chico me miró, sentí una
especie de descarga eléctrica que me recorrió todo el cuerpo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">¿Qué había pasado?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Cuando volví a mirar, me llevé una
sorpresa, pues no habían pasado ni cinco segundos y él ya se había ido. Miré a
todas partes, pero no lo vi. Me levanté, de manera inconsciente, y busqué por
toda la pista de baile, pero no lo vi. Estaba plantada en medio de la sala,
mirando a todos lados, cuando sentí que alguien me cogía del brazo y tiraba de
mí, apartándome de todo el ajetreo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Hey, Nerea, ¿qué haces?<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Pues...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Déjate de tonterías –me interrumpió María–.Vamos, Keegan está
metido en un embrollo de los buenos. Hay que ayudarle.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">—Dios...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Y empezamos a andar.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Ya me imaginaba qué pasaba. En casi
todas las fiestas a las que asistía pasaba lo mismo.<o:p></o:p></span></div>
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Este chico no nos daba
más que disgustos.</span></span></div>
Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6596499157731290464.post-87748215229728028342014-06-23T15:13:00.004-07:002014-06-24T08:06:12.152-07:00Personajes.<div style="text-align: center;">
NEREA:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5jlpaaClYX5zJf3MbBr8xdd1OPPP8FFCM1RK9fK_BaUACDE5R60F-DSaB5eJesVHLjM6wOVJ24k-e50LMI7DE1vef1pV5eHRXtpXa33XsLu0as9fNV5GEj2pvhXlAfRugTK93n3phKEc/s1600/Nerea.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5jlpaaClYX5zJf3MbBr8xdd1OPPP8FFCM1RK9fK_BaUACDE5R60F-DSaB5eJesVHLjM6wOVJ24k-e50LMI7DE1vef1pV5eHRXtpXa33XsLu0as9fNV5GEj2pvhXlAfRugTK93n3phKEc/s1600/Nerea.JPG" height="320" width="252" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="" style="clear: both; text-align: center;">
MARÍA:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
AROA:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
KEEGAN:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
SCOTT:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6596499157731290464.post-11074951398598490592014-05-30T15:26:00.000-07:002014-05-30T15:26:30.773-07:00Sinopsis.<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal">
No sé qué me pasó exactamente. Cómo pude llegar a hacer
tantas cosas que no me creía capaz de hacer por nadie. Y es que, todo empezó
cuando él apareció en mi vida. Él, Scott, el nuevo y repentino compañero de
clase.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Se había incorporado a mediados de curso. Era un tanto
misterioso y tenía algo extraño, nuevo, que nunca había visto antes. Algo que
atraía e incitaba a interesarse más por él. A lo mejor era esa soledad que se
empeñaba en conservar, porque cada vez que alguien intentaba acercársele, él
respondía de forma seria y desinteresada. Tenía algo que, en realidad, no
podría describirlo concretamente.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No sé, pero me atrajo desde el principio, aunque tardé
bastante en darme cuenta de ello. De hecho, aún no sé lo que siento realmente.
Pero pienso averiguarlo, aunque soy un tanto orgullosa y puede que intente
resistirme a abrirme a mis sentimientos… Quién sabe.</div>
Nerea RLhttp://www.blogger.com/profile/06029869651993440607noreply@blogger.com2